🌹Capítulo 38🌹

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E L    M E N S A J E


Narradora - Giselle Rousseau

Nicholas, me explicó que mi papá lo llamó anoche cuando yo ya había abordado el avión, informándole que lamentablemente por trabajo en el hotel no iba a poder acompañarme en Francia y ver el desfile. En su ausencia, Nicholas acató las peticiones de mi padre de cuidarme lo mejor posible.

Sinceramente yo no podía creer que papá creyera tanto en este chico que lo único que hacía era volverme loca, podía jurarlo, era inaguantable.

Para cerciorarme que lo que me dijo era cierto, le pedí a Nicholas que llamara a mi padre, y eso fue exactamente lo que hizo. A los segundos, papá contestó la llamada. Éste me pasó su teléfono para hablar con mi padre quien finalmente me confirmó que todo era verdad, que sí le había pedido a Nicholas que me cuidase.

Me despedí de papá enviándole un beso y él me deseó suerte en el concurso, que me verían en la televisión.

Le devolví el celular a Nicholas — Gracias, ahora por favor, trata de estar lo más lejano posible de mí.

—¿Me lo dices para que puedas disfrutar el tiempo con tu novio? — ¿Cómo lo supo? ¿Cómo supo de Owen?

Abrí mis ojos más de lo normal pero luego dejé de sorprenderme —Cierto, se me olvidaba que me espías siempre.

— Owen Stewart, el bailarín — pronunció él, pensativo — ¿Pasó algo entre ustedes antes?

— ¿Por qué crees que pasó algo entre nosotros anterior a esto? — no quería por nada del mundo que éste se involucrara en mis asuntos del pasado.

—Lo digo por como se miran, con esa pasión mezquina — emitía él — Además, averigüé que estudiaba en la misma universidad que tú estás estudiando ahora, Giselle. Supongo que se conocieron ahí.

— Pues sí, pero ya no quiero que me sigas haciendo más preguntas ni insinúes nada — se lo dejé en claro.

— ¿Y tu padre ya sabe de tu noviazgo con ese chico? — preguntó misterioso, con esa mirada entrecerrada, sospechando.

No podía mentirle a Nicholas porque de una u otra manera él se daría cuenta o sino obtendría la verdad por sus propios medios. No me convenía tenerlo como enemigo y mucho menos como informante de mi padre.

— No, y te prohíbo terminantemente que le cuentes una sola palabra de esto — me acerqué a su persona, desafiante.

Él comenzó a reírse, se apoyó al barandal del puente con ambas manos mientras divisaba el río. Segundos después volvió su mirada hacia mí.

— ¿Qué tiene de malo que tu querido padre sepa que tienes novio? ¿Acaso este muchacho, Owen, es especial? ¿O surge algún problema con él?

Su presencia me intimidaba, era demasiado astuto para calarse una simple respuesta de parte mía, pero no dejaría que él arruinara mis planes.

No tardaría mucho en conseguir lo que quería, así que no iba a permitir que alguien lo estropeara.

Jamás dejaría que mi papá se enterara de que yo estaba haciendo esto con Owen, ya él sabía que sufrí mucho por su engaño, fue testigo de mis días de desolación y profunda tristeza. Si papá se enterara que yo planeaba cobrar venganza, se decepcionaría de mí totalmente.

—¿Acaso Owen era la razón por la que estabas llorando en pleno bosque, cuando te conocí por primera vez? — Nicholas esparció su siguiente interrogante.

Y esa pregunta me hizo adelantarme aún más a su posición, paso a paso de forma lenta, con una seria expresión en mi rostro.

—Puedo aceptar que seas amigo de mi padre, Nicholas. Puedo aceptar que planees ser una especie de guardaespaldas para mí — proseguía con mi habla — Pero lo que no voy a aceptar es que quieras saber el más minúsculo sentimiento que surge en mi corazón, eso no te corresponde saberlo — dije tajante, solo esperaba habérselo dejado en claro — Ahora por favor, déjame sola.

La Flor Negra® [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora