🌹Capítulo 66🌹

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A L   C A E R   L A S   H O J A S


Narrador Omnisciente

Aurora Blake había llegado a enfrentar a Mirella a su departamento. Pretendía poner en su lugar a la amante de su marido.

Mirella, tendida en el suelo debido al golpe que recibió por parte de esta mujer, comenzó a arrastrarse hacia adentro del apocento, huyendo de la ira de Aurora.

— ¡Juro que puedo acabar contigo con mis propias manos! ¡Desvergonzada! — Aurora la seguía mientras Mirella se ponía de pie.

Giselle, quien presenciaba esta escena, trató de interceder por su amiga para protegerla — Señora Aurora por favor...

— Tú no te metas, eres igual que ella — la acusó severamente — Maldigo la hora en que se cruzaron en mi camino, ¡Trepadoras! — sentenció con amargura.

Las amigas vagaban por un vacío interminable de emociones nefastas, al tener frente a frente a una mujer que estaba dispuesta a arremeter sin piedad toda la rabia que la carcomía.

Aurora dirigió sus ojos a Mirella, mientras permanecía a pocos metros de ella — Ahora que te veo mejor, me doy cuenta de la clase de mujer que eres, ¡Una vulgar, barata! — decía desquitándose — Y además de eso eres una cobarde, una poca cosa que h...

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Aurora dirigió sus ojos a Mirella, mientras permanecía a pocos metros de ella — Ahora que te veo mejor, me doy cuenta de la clase de mujer que eres, ¡Una vulgar, barata! — decía desquitándose — Y además de eso eres una cobarde, una poca cosa que huyó y se escondió por semanas aquí.

La señora Blake comenzó a mirar los rincones de la casa detenidamente, sin bajar la guardia. En ella reinaba la prepotencia y el ego, que no dejaban paso a una pizca de serenidad.

— Si eres tan buena para robar maridos, ahora dame la cara marginal, ¡Enfrenta tu bajeza! — esta señora la seguía atacando verbalmente.

— Cálmese señora Aurora — Giselle se lo pedía en voz tranquila y tímida. Pero ni esta joven podía pararla.

Aurora viró sus ojos hacia Giselle — ¡Tú cállate! — luego siguió renegando de Mirella, viéndola sin debilidad — Escúchame bien, solo vengo a decirte...que te puedes quedar con William. Ambos son de la misma calaña, eres una...

De pronto la señora Blake pausó por un instante, riéndose de manera sarcástica.

— La verdad no entiendo por qué pierdo mi tiempo contigo. Mi saliva no merece gastarse por una escoria como tú — la miró de pies a cabeza, con repudio — Una mujer que se mete con un hombre casado es una inescrupulosa, ¡Una inmoral! — de repente, Aurora se hastiaba por segundos, tomándose de los cabellos en son de impotencia — Es que yo no sé por qué William se fijó en ti si no vales nada.

Mirella se hartó de sus insultos — Yo soy joven — alzó una ceja para verse superior — Y con la pasión, con mi entrega lo conquisté...me lo gané — esta chica se iba acercando a Aurora rompiendo distancia — Y eso es algo que a usted le duele, ¡Porque no puede ni podrá competir conmigo!

La Flor Negra® [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora