La Flor Negra® [+21]

🌹Capítulo 43🌹

U N   B A I L E   M Á S

Narrador Omnisciente

— Responde William. Tienes una amante, ¿Cierto? — Aurora sonaba prepotente y desafiante.

William mantenía su mirada fija hacia cualquier lugar que no fuera los ojos de su mujer y, eso era un gran signo que lo casi delataba ante los ojos de Aurora.

— Tu silencio... ¿Qué me dice? ¿Acaso es verdad mi sospecha?

En ese momento, William dirigió su mirada hacia su esposa — Aurora, creo que tu pregunta está fuera de lugar, ¿No te parece?

— ¡No! En absoluto, te insinué algo y quiero que me lo confirmes William.

— Y yo te pido que dejes de insinuar cosas, ¡Basta! — éste impuso con gran fuerza su mano derecha sobre el escritorio, causando un estruendo ruido.

Aurora se dio media vuelta segundos después, dándole la espalda. El marido llevó su mano a su frente para rascar su ceño y evitar amargarse más de lo que estaba. Ambos se sentían frustrados, sobre todo William, quien sabía perfectamente que ocultaba su infidelidad.

— Aurora, la gente se me acerca, tengo miles y miles de fanáticas, ¡¿No te parece ridículo de tu parte el recriminarme sobre eso?! ¡Para ti, yo siempre hago mal, yo siempre soy el que no sabe lo que hace! ¡Para ti, yo nunca estoy a tu altura! — se desahogaba William, mientras su esposa estaba en silencio.

— William...

— No Aurora, ¡William nada! Para ti, yo siempre estoy por debajo, siempre tengo una falla en mi vida. Claro, tú misma te pones en un pedestal y no dejas que nadie, ni siquiera yo que soy tu marido, comparta ese trono y aquellos logros contigo.

Aurora segundos después se colocó cabizbaja, tal parecía que su corazón le había dicho que la razón esta vez, la tenía su esposo William.

— Está bien. Si te molestó algo de lo que dije... perdóname.

A William le pareció asombroso que su esposa se disculpara.

— Vaya, ¿Me estás ofreciendo una disculpa? ¡¿Tú?! — la señaló su esposo — La gran Aurora Blake, la mujer que dice no equivocarse nunca, me está pidiendo perdón a mí...

Aurora tomó seriedad — Creo, que mejor hablaremos en otro momento, hay que seguir recibiendo a los invitados — ella iba a salir del estudio pero William le bloqueó la puerta.

— Te equivocas Aurora, yo no necesito de otro momento para decir lo que pienso, mucho menos lo que siento — le decía él.

— Hablaremos después — Aurora quería salir pero su marido volvió a contradecirla.

— No. No, vamos a hablar ahora — él la detuvo — ¿Sabes por qué te molesta tanto lo que digo? Porque en el fondo sabes que tengo razón. Tú solo piensas en el triunfo, en el poder, en seguir ambicionando con obtener cada vez más en tu mundo — Aurora permanecía en silencio — Sin embargo te olvidaste de mí, de tus hijos, Ansel y nuestra pequeña Estefany.