🌹Capítulo 24🌹

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H A R R Y    S T Y L E S

"Hay veces que el amor más intenso se oculta detrás del silencio más profundo"

_Franco G Pacheco_


Creí que ya lo había visto todo, pero cuando menos te lo esperabas... una nueva tormenta arrasaba contra ti, sin contemplaciones.

— A ver, ¿Cómo es eso de que me has espiado durante un mes y medio? — pregunté desafiante por fuera pero súpita por dentro.

La mirada traviesa de Nicholas me hacía exasperar de angustia — Lo hago por diversión, estar a unos metros de una casa y usar binoculares es algo que me resulta arriesgado pero fascinante a la vez — ¿Estaba hablando en serio? No podía creer que algo como esto estuviese aconteciendo ahora — Aunque en este preciso segundo voy presentar una queja contra ti.

— ¿Una queja? ¿Contra mí? — erguí una ceja y me señalé confusa.

— "Esattamente". Quiero decir exacto en "Italiano" — okey ahora era bilingue — No fue una bonita experiencia subirme a un árbol, al querer descender una rama se rompió y caí abruptamente, casi me fracturé un brazo — y todavía se atrevía a culparme por su caída, sinvergüenza.

— No me digas — sonreí sarcástica — Me hubiese encantado que te rompieras un brazo, ¿Acaso no sabes el significado de la palabra "Privacidad"? No debes acosar a la gente, por Dios.

— ¡Vamos! Eso no es acosar — espetó él.

— ¿No? Ahora tengo cara de idiota, Nicholas.

— Que conste que tú solita te insultaste, yo no dije nada — a su respuesta me enojé y lo golpeé en el hombro, fijándome como este sujeto tomaba el incidente como una broma.

— ¡¿Cómo me vas a decir que lo que hiciste no es acoso?! — me exalté, percibiendo una corriente de rabia mezclada con impacto y miedo.

— No es acoso, sólo te visité sin que te dieras cuenta — Levantó sus brazos reflejando una sonrisa.

El ligero, juguetón tono de Nicholas, soltando declaraciones con total frescura hacía que se me irritara la piel. Si debía llegar al máximo punto de mi enojo lo haría, con una esencia de exageración y dramatismo ¿Por qué no? Tenía todo el derecho de enfadarme con este... Acosador.

Con pasos amenazantes me acerqué a él, manteniendo mi ruda mirada — No te atrevas a volverlo a hacer, aquí se hace cumplir la ley

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Con pasos amenazantes me acerqué a él, manteniendo mi ruda mirada — No te atrevas a volverlo a hacer, aquí se hace cumplir la ley.

— ¡Whoa! que temeraria resultaste ser — suspiró él, soltando una repentina carcajada y levantando sus manos a la altura de su cabeza — Lo siento mucho oficial, por favor no me arreste — comenzó hacer pucheros.

El ser distante y un poco malhumorada era la barrera que había forjado para no mostrar ni una pizca de mi inseguridad, seguía siendo la misma chica por dentro, pero no deseaba que esa cara saliera a flote por ningún motivo. En algún punto de mi vida quizás podría abrir mis sentimientos a alguien que... se lo mereciera. Mientras tanto mi cara gélida debía permanecer a la vista.

La Flor Negra® [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora