La Flor Negra® [+21]

🌹Capítulo 17🌹

L A   F I E S T A

Rápidamente, empujé a Owen al baño y lo encerré.

— No te atrevas a salir — le susurré.

Me dirigí hacia la puerta que daba entrada a mi habitación, dejando pasar a mi papá.

— Los dejaré a solas — replicó la maestra.

Mi padre tan cariñoso cómo siempre me saludó con un beso en la frente.

— Mi niña, ¿Cómo has estado? Tienes un mes sin venir a la casa.

— Sí, lo sé papá — estaba nerviosa, Owen no debía hacer ningún ruido mientras estuviera escondido en el baño, temía de que papá lo descubriera.

Él no sabía que tenía novio, y mucho menos se imaginaba que Owen me hizo mujer.

— De tu hermana Adeline no me sorprende, ella siempre ha sido independiente y adora quedarse con sus amistades y... — Lo interrumpí.

— Yo también papá. Sabes que mi mejor amigo estudia aquí, comparto mucho con él y con mis amigas Evelyn y Mirella. Quiero ser más independiente — me miró con una sonrisa mientras yo trataba de controlar el sudor de mis manos, pero era casi imposible.

Sé que a muchos de ustedes les pasaría esto, sudar de lo nerviosa o nervioso que estarías ante una situación cómo esta.

— Me alegra que estés socializando más, en un futuro tendrás la seguridad que necesitas para enfrentarte al mundo. Quiero ver a una Giselle fuerte, decidida a llegar a la cima y obtener el triunfo, yo estaré extremadamente feliz de verte convertida en una profesional, y sobre todo con ese gran corazón que tienes.

— Sigo teniendo miedo padre, salir al mundo. A pesar de tener 18, le temo a las fallas, al fracaso.

— No mi amor, escucha. Siempre habrá tropiezos en nuestra vida, caeremos una y otra vez... pero los que queremos salir adelante, los luchadores, siempre nos vamos a volver a levantar. No permitas que el miedo te impida hacer lo que amas hija, la vida es muy corta... hay que vivirla día a día, y más importante aún: Nunca te rindas.

— Eres el mejor ¿Lo sabías? — definitivamente mi querido padre siempre sabía que decirme.

Le agradezco a Dios por tener al mejor papá.

Narrador - Owen Stewart

Mierda... estar encerrado en un baño era insoportable.

Encima estaba escuchando perfectamente la conversación entre Giselle y su padre, una conversación ajena. Arrecosté mi hombro en la pared, esperando a que la charla por fin terminara.

De lo que claramente me percaté fue de los consejos que el señor le brindaba a su hija, ojalá a mí me hubiese tocado un papá como el de Giselle.

Ahora que mencionaba ese tema, quisiera en el fondo establecer una buena relación con mi padre, pero estaba confundido, no sabía si "No podía" o era que "No quería" perdonarlo. Habían sido tantos años en los que yo lo había rechazado, años en los que él sin cansarse trató de explicarme el porqué de su mala acción cometida, acción que perjudicó a mi mamá.