🌹Capítulo 39🌹

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L O S    V Í D E O S

Contenido +18

Narrador Omnisciente

Adam tenía a William agarrándolo por la camisa con absoluta rabia. Las palabras de aquel actor lo herían y mucho.

—Adam, acéptalo. Acepta que no puedes ofrecerle nada a Mirella.

— ¡¿Y acaso usted sí, infeliz?! — Adam contraatacó — ¡Además de su maldito pene y su cochino dinero, no creo que pueda ofrecerle nada más!

Este chico seguía teniendo entre sus manos la camisa de William, quien hacía lo posible por zafarse de él, pero ni el guardaespaldas podía hacer que Adam lo soltara.

— Usted no sabe nada — masculló Adam con desprecio — Yo amo, escúcheme bien, ¡Amo a Mirella! Y eso vale mucho más que la porquería de billetes y los regalitos que usted pueda darle.

Al cabo de unos segundos, Mirella salía a la entrada de la institución, y vió como Adam tenía casi por el cuello al señor William. Sin pensarlo, fue corriendo a su encuentro para separarlos inmediatamente.

— ¡Adam! ¿Qué haces? — se alarmó la chica pelinegra de ojos azules.

— Ya lo sabes William, no te acerques a Mirella — el joven quería seguir con sus amenazas.

— ¡Basta Adam! — se interpuso Mirella — Yo lo llamé para que viniera a verme, y tú no puedes impedir eso.

Adam negaba con la cabeza, con una expresión de desconcierto por lo que esta chica, la chica que él amaba seguía haciendo. En el fondo de su corazón le dolía bastante, ver como poco a poco, los intentos por conquistar a Mirella se iban esfumando. Se veía perdido, empezaba a frustrarse durante varios días seguidos, solo para encontrar una forma de convencer a esta joven que William no le convenía.

— No entiendes que este hombre jamás te tomará en serio — decía con tono agitado y melancólico — ¡¿Acaso no lo entiendes Mirella?!

Ella se encontraba delante de William, siendo como una especie de barrera para que Adam por ningún motivo lo volviese a atacar.

— Jamás dejará a su esposa para estar contigo como se debe.

— Adam — emitió Mirella en tono serio — Ya yo tomé mi decisión. Y es esta, así que por favor... — suspiró por unos segundos — No me obligues a escoger, porque optaré por estar con William.

Adam sintió como si una estaca se clavara en su pecho, transportándole un escalofrío nunca antes precisado. Una tormenta helada abatió con su cerebro y esta se desplazó por su cuerpo entero sin contemplaciones.

La fría verdad le causaba un inmenso dolor que nadie más podía imaginarse. Los ojos de este muchacho comenzaron a llenarse de la acuosidad de sus lágrimas que pedían encarecidamente deslizarse por sus mejillas con sutileza.

Él había confesado sus sentimientos hacia Mirella, pero a ésta pareció no importarle cuando se lo dijo en aquella cita de hace tiempo atrás.

— Mi... Mirella — dijo este joven entrecortado. Se quedó inmóvil por unos segundos, asimilando la confesión de Mirella.

De pronto, Adam quiso abalanzarse sobre William nuevamente, pero él guardaespaldas del actor no se lo permitió, bloqueando su caminar mientras lo sostenía fuertemente.

— ¡Eres un desgraciado! — éste lo señaló, teniendo una mirada frívola y temeraria. Luego su vista se desvió hacia Mirella — Y tú.... tú Mirella. Estás equivocada — suspiró.

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