-No creerás que lo vamos a hacer así- Dijo mirándome fijamente, se inclina un poco hacia delante, introduce su mano en el bolsillo trasero de su pantalón, toma su billetera y saca un condón. -No quiero sorpresas después- Dicho esto abre la envoltura del condón y se lo coloca.
Yo aún me encuentro sentada en sus piernas así que me toma de la cintura con ambas manos, me levanta y me sienta encima de su pene introduciéndolo de una sola estocada en mí. Gemí fuerte, por lo que él me besa para apasiguar mis gritos, con sus manos todavía en mi cintura me comienza a mover arriba y abajo mientras mueve su cadera a ritmo contrario del que me mueve a mí, parezco una Sex Doll por la forma en como me toma, pero lo estoy disfrutando.
-Si no dejas de gritar, nos van a descubrir Abigail- Me habló al oído con voz ronca y entrecortada haciendo que me excite más y quiera tomar las riendas. Coloco mis manos en cada uno de sus hombros y comienzo a moverme arriba y abajo desenfrenadamente mientras beso y chupo su cuello, cosa que me ayuda a no gritar. -No te detengas por favor- Continúo con nuestro baile de placer y cuando siento que está por venirse me detengo y lo beso en los labios.
Espero unos segundos y hago la misma rutina nuevamente pero esta vez no permite que me detenga, me toma por la cintura con ambas manos y acelera mis movimientos hasta que explota de placer y se viene dentro de mí, sin lugar a dudas disfruté estar con él pero aún estoy lejos de llegar al éxtasis, solo es el inicio para mí, aún quiero más.
-Jamás pensé... que fueses tan exquisita Abigail- Es lo primero que sale de su boca mientras trata de recobrar el ritmo normal de su respiración.
-Y eso que apenas estamos empezando...- Iba a continuar hablando pero alguien trata de abrir la puerta, en vista de que está con seguro tocan un par de veces, me levanto rápidamente de las piernas de Andrés y acomodo mi ropa, mientras él guarda su pene aún con el condón puesto y cierra como puede su pantalón, se dispone a abrir la puerta pero al hacerlo ya no hay nadie allí. El susto se nos pasa de a poco pero di por terminado nuestro encuentro.
-Si estábamos empezando... ¿Cuándo crees que lo podamos terminar? Estoy ansioso por saber qué más puedes hacer.- Sus pupilas dilatadas me dicen que el juego puede ser aún más divertido.
-Hoy no podrá ser señor Aristizábal, pero cuando tenga tiempo me avisa que yo con gusto atenderé su llamado- me acerco nuevamente a él y le doy un descarado beso en los labios sin importarme que alguien pueda vernos, salgo de allí y me dirijo a mi casa.
Andrés Aristizábal
Administrador de empresas y Docente universitario
Asignatura: Estados Financieros
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ADICTA [+18]
RandomHistoria con alto contenido sexual, apta para mayores de edad. La vida de Abigail cambia cuando conoce uno de los placeres de la vida: EL SEXO, no le importaba con quién, dónde o las circunstancias, sólo le importaba satisfacer sus necesidades, veía...