Narra Fabián
Han pasado más de 2 años desde que me fui, no fue sencillo para mí abandonar el lugar donde nací y crecí, a mis amigos y todo lo que conocía, pero no podía desaprovechar la oportunidad que me estaban brindando, para un recién graduado sin experiencia alguna en mi país es muy díficil conseguir empleo, además alejarme era algo que necesitaba hacer.
Aún no he logrado lo que me propuse, ser uno de los mejores arquitectos que haya parido la madre tierra pero estoy trabajando arduamente para volver realidad mis sueños, sin duda he aprendido mucho en este lugar y cada vez hago mejor mi trabajo.
Por otro lado las heridas que dejó Abigail en mi corazón fueron difíciles de sanar, a veces pienso en ella pero ya no con la misma intensidad de antes y en cuanto al amor que sentía creo que ya es parte de mi pasado.
Me di una oportunidad en el amor, Alessandra es una chica hermosa, muy diferente a ella y lo más importante es que corresponde a mi amor, la conocí haciendo la fila para comprar palomitas en un cine y casualmente teníamos boletos para ver la misma película, ella iba con unas amigas y creo que debo agradecerles por convencerla de aceptar salir conmigo.
En cuanto a mi estadía aquí ha sido buena, el idioma ya lo conocía así que la comunicación no fue problema, lo más difícil fue adaptarme a las costumbres y a la gastronomía del lugar, lo bueno fue que mis padres decidieron apoyarme y viajar conmigo por lo que puedo seguir disfrutando de los deliciosos platillos que mi madre suele preparar, ella fue quien convenció a mi padre de acompañarme y la única que supo de la existencia de Abigail en mi vida, le dolió verme destrozado por lo que no quiso dejarme solo y menos en un lugar nuevo y desconocido.
He tratado de que el contacto con mi antigua vida sea poco, no he sabido absolutamente nada de Abigail y casi no he respondido los mensajes de Sara y Marcus, pero siento que si no enfrento al fantasma de mi pasado no voy a poder ser completamente feliz.
____________________________________________Narra Abigail
Ayer se fue Aarón para España y las inseguridades se instalaron en mi cabeza al punto de no dejarme dormir bien, no sé qué pasará en el reencuentro de él con Mónica y me da miedo fallarle después de lo bien que se ha comportado conmigo y todo lo que ha hecho por mí, lo bueno es que todo ha estado tranquilo y he tenido mis impulsos bajo control, aún no me he visto obligada a utilizar el consolador que Aarón me regaló.
En cuanto llegó a España me llamó y me dijo que hoy iría al lugar donde le indicaron los investigadores que vive Mónica, estoy rogando que todo salga bien, me dé buenas noticias y que este feliz por fin al encontrarse con su hijo.
Es domingo y no tengo nada que hacer así que voy de salida para la casa de Sara a verla a ella y a sus padres, tengo algunas semanas sin verlos y los extraño mucho, tomo un taxi, le doy la dirección y nos dirigimos hacia allá, al llegar noto un auto estacionado en la puerta pero no logro distinguir de quién puede ser, espero no ser inoportuna al llegar sin avisar.
Toco la puerta una vez pero nadie sale, cuando estoy por tocarla por segunda vez Sara aparece frente a mí con una gran sonrisa la cual se borra en cuanto me ve, ¿Qué significa eso? ¿Acaso no le alegra verme? ¿Acaso ya no soy bienvenida a su casa?
-Hooolaaa ¿Qué te trae por aquí?- Pregunta tratando de sonar normal, su actitud en vez de parecerme una de sus tantas bromas es hiriente, pero trato de seguirle el juego.
-Vine a ver si está aquí el hada de los dientes para reclamarle por todas las veces que se me cayó uno y no me dejó dinero pero se lo llevó.- Sara muestra una sonrisa nerviosa, no es la típica risa por los malos chistes o comentarios que suelo hacerle, es como disimulando algo, tratando de ser amable conmigo. -¿Son ideas mías o no soy bienvenida a tu casa?- Le pregunto ya exasperada por su actitud.
-Claro que sí, sabes cuánto te quiero ¿Por qué dices esas cosas?
-Porque no te has quitado de la puerta para que pase como de costumbre, es como si estuvieses obstaculizándome la entrada con tu cuerpo, ¿No es obvio?
-No es así... Es que... Abi yo...
-¿Qué pasa? ¿Por qué tartamudeas tanto? Ya me preocupaste.
-Entonces Sara... ¿Si llegaron las pizzas que pedimos?
Mi corazón se acelera y mi ceño se frunce al escuchar esa voz, esa voz que conozco perfectamente, a pesar del tiempo que ha transcurrido no se me ha olvidado el timbre o sus matices, miro a Sara con cara de desconcierto y ella me brinda una sonrisa de lástima revuelta con pena, cosa que detesto, de repente veo al dueño de la voz posarse al lado de Sara y al igual que ella su sonrisa también se desdibuja al verme, ninguno de los tres es capaz de articular ninguna palabra, solo compartimos miradas incómodas sin ser capaces de sostenerle la mirada al otro.
De repente una tercera persona se une a ellos, es una chica realmente bella, cabello rubio, ojos miel con un toque verdoso, delgada pero con buenos atributos, yo no puedo apartar los ojos de ella y ella los suyos de Fabián, lo abraza por la espalda cruzando sus brazos por su abdomen, inclinando su cuerpo hacia un lado para tenerme dentro de su campo de visión.
-¿Chi è lei? (¿Quién es ella?)- La escucho preguntarle a Fabián mirándome fijamente como marcando territorio, no conozco el idioma pero no hay que ser un genio para deducir que vino con él desde Italia y por la forma en como lo abraza debe ser su novia o algo parecido.
-Lei è... Una vecchia amica (Ella es... Una vieja amiga)- Responde él con algo de duda. Ella se separa de Fabián y me tiende su mano.
-Mucho... Gusto, io me chiamo Alessandra, soy la... Prometida de Fabián, disculpa mi español no ser... No, no es muy bueno... Aún.
-Abigail.- Es lo único que sale de mis labios y le correspondo el apretón de manos. Separo mi mano de ella casi de inmediato, es como si su tacto hiciera arder mi piel, mis ojos arden pero me controlo para que las lágrimas no aparezcan, no puedo creer que vaya a casarse, me dolió escuchar esas palabras. Vuelvo a dirigir mis ojos a Fabián y noto que él no ha apartado su mirada de mí.
Decido romper con el incómodo momento e irme ya que está más que visto que no soy bienvenida, ¿Qué se supone que haga? ¿Que me quede viendo cómo Fabián y si futura esposa se demuestran su amor? ¿ Y por qué me afecta a mí todo esto? Se supone que entre él y yo jamás hubo nada y cada uno siguió adelante con su vida.
-Bueno Sara yo pasaba a saludarte y ya me voy.- Le digo a Sara dándole un beso en la mejilla acompañado de un abrazo corto. -Fabián fue un placer verte después de estos años, te ves... Muy bien y... Alessandra también ha sido un gusto para mí.- Digo y sin más salgo de allí.
Tomo un taxi y me regreso de nuevo al apartamento, muerdo mi labio tratando de controlar la ansiedad que estoy sintiendo, verlo de nuevo tan radiante, tan provocativo, me hizo recordar tantas cosas y aflorar sentimientos que no pensé tener, al llegar al apartamento comienzo a caminar de un lado para otro sin control y comienzo a morder mis uñas, me dirijo al cuarto y veo en una de las mesitas de noche el obsequio que me dio Aarón antes de irse, un orgasmo me ayudará a calmar la ansiedad, así que me decido a estrenarlo para no terminar cometiendo una locura.
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ADICTA [+18]
RandomHistoria con alto contenido sexual, apta para mayores de edad. La vida de Abigail cambia cuando conoce uno de los placeres de la vida: EL SEXO, no le importaba con quién, dónde o las circunstancias, sólo le importaba satisfacer sus necesidades, veía...