Sandra, la madre de Abigail
-No es normal que pases con náuseas y dolor de cabeza Sandra, además ya te has desmayado en dos ocasiones, si tuvieses marido diría que estás embarazada, ¿Lo tienes?
-No Regina, no lo tengo.
-Entonces no debes ser tan confiada y debes estar más pendiente de tu salud, aprovecha que trabajas en una clínica y chequéate.
Soy la jefa del departamento de recursos humanos de la clínica Nuestra señora del Rosario, mi trabajo es agotador, tal vez los síntomas que he venido presentando son producto de la fatiga, el cansancio y el estrés, de todas maneras esa misma mañana me hice varios exámenes, mi compañera Regina tenía toda la razón no es normal que me esté sintiendo así, no le he dicho nada a Abigail para no preocuparla, tampoco me he realizado ningún chequeo médico por temor a lo que puedan decirme, temo dejar a mi hija sola, ella es lo único que tengo y soy lo único que tiene, agradezco que las situaciones que tuvo que vivir en su infancia no hayan dejado marcas que le afectarán de manera permanente ⟨Eso creía ella⟩.
Es increíble todas las cosas que pasan por nuestra mente cuando se contempla la posibilidad de tener a la muerte tan cerca, me hace ver lo dura que ha sido mi vida y lo poco que la he disfrutado, pero también los errores que he cometido, comenzando por la pérdida más grande que he tenido que fue la muerte de mis padres en un accidente automovilístico a los 16 años, tuve que madurar de golpe y subsistir como pudiese, sola y sin dinero, por suerte la casa que construyeron mis padres quedó a mi disposición.
Cuando murieron no tuve tiempo de lamentarlo y tratar de sanar mi dolor, comencé a trabajar de día en la cafetería de la Universidad Nacional, atendiendo a la gente, limpiando mesas, haciendo de todo y estudiaba de noche allí mismo, para mi suerte siempre fui una de las mejores estudiantes por lo que les hacía trabajos a mis compañeros a cambio de dinero aunque a veces no durmiera, con eso lograba costear mis estudios y mi propia vida.
A los 20 años tuve a Abigail, fue un momento muy difícil para mí porque no deseaba tenerla, intenté abortar en dos ocasiones con infusiones de plantas pero no funcionó, cuando nació la dejaba llorar por largas horas <Sandra rompe en llanto al recordar> cuando fue creciendo la golpeaba y dejaba sin comer, descargaba mi rabia y frustración en ella aunque esa indefensa criatura no tuviese la culpa de nada, ella desconoce su verdadero origen, su padre no nos abandonó como le he hecho creer, a mis 19 años fui violada por dos tipos al salir de la universidad, era tarde, estaba oscuro y ellos se aprovecharon de mí, por más que grité, pataleé y me resistí al ataque ellos consiguieron su cometido, a raíz de esa violación quedé embarazada de Abigail, no sé cuál de los dos será su padre, así como tampoco sé quiénes eran ellos.
⟨Se agacha en el suelo de su habitación, envuelve sus piernas flexionadas con sus brazos y coloca la frente en sus rodillas, lágrimas recorren su rostro sin cesar, su corazón arde, sus gritos desgarran su garganta y siente que su alma saldrá de su cuerpo en cualquier momento⟩ Aún no me perdono ver llorar a mi hija con heridas en su cuerpo hechas por mí y con heridas en su corazón, al no entender porqué su mamá, la persona que debía amarla y protegerla la trataba de esa forma, a sus seis años era una niña muy tímida, nerviosa, le costaba creer en las personas y se le dificultaba expresar sus sentimientos, por recomendación de la psicóloga comenzamos a ir las dos a terapia, en poco tiempo la acepté y comencé a amarla, desde entonces he dedicado mi vida a ella, a demostrarle y entregarle todo el amor que le negué al principio, he luchado porque no le falte nada y se ha convertido en la razón de mi existir.
-Hija perdóname, porque yo no me he podido perdonar.- Dice mirando al vacío de su habitación.
⟨Al cabo de un rato, logrando tranquilizarse un poco aprovecha que se encuentra sola en casa ya que Abigail ha salido con Sara a una discoteca, se arma de valor, se levanta del suelo, toma el sobre con los resultados de los exámenes, lo abre y se dispone a leerlos, tuvo que sujetarse de la pared ya que casi cae al suelo de la impresión al ver los resultados, tenía un tumor cerebral el cual estaba creciendo y acabando con su vida poco a poco⟩.
⟨Ya no lloraba, no sé lamentaba, ni siquiera estaba respirando, su mente estaba en blanco, parecía no poder cerrar su boca, su pecho dolía, sus ojos estaban por salir de sus órbitas, sus piernas temblaban y sentía ya no pertenecerse, ese era el principio del fin, de su fin.⟩
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ADICTA [+18]
RandomHistoria con alto contenido sexual, apta para mayores de edad. La vida de Abigail cambia cuando conoce uno de los placeres de la vida: EL SEXO, no le importaba con quién, dónde o las circunstancias, sólo le importaba satisfacer sus necesidades, veía...