CAPÍTULO 10

803 28 61
                                    

Regreso adentro junto a los demás con una gran sonrisa, Sara achina sus ojos y trata de descifrar lo que escondo pero no digo nada, el primero en hablar es Fabián.

-¿A dónde fuiste preciosa? Te extrañamos aquí.

-Creí ver a alguien conocido pero no, solo fue mi imaginación.- Contesté tratando de sonar convincente, Sara seguía mirándome de manera acusadora, no me creía y quería una explicación, eso era evidente.

El resto de la noche la pasamos de lo mejor, hablamos, reímos, bailamos, yo tomé un poco mientras que los demás se tomaron hasta el agua del trapeador, no entiendo cómo pueden beber tanto y estar como si nada.

A las dos de la madrugada Mauro y Sara se fueron a continuar con su fiesta en privado, con el compromiso y la amenaza de que Fabián se portara bien conmigo y me llevara a casa y así lo hizo.

-Me quedé con las ganas de volver a hacerte mía, mira como me tienes- Toma mi mano y la dirige a su entrepierna, haciendo que toque su abultado pantalón, estamos en la puerta de mi casa, por suerte a esta hora no transita ni un alma por aquí.

-Eso no hacía falta, basta con bajar la mirada a esa zona para darse cuenta.

-Sucede que...- Se acerca más a mí y me toma por la cintura, posiciona su cabeza a un lado de la mía, me respira en el cuello haciendo que mis vellos se ericen y desee tenerlo encima de mí o mejor dicho dentro, coloca su boca en mi oreja y me dice casi en un susurro. -Quedé encantado con tu forma de tocarlo, de chuparlo y sobretodo haber podido introducirlo en ti, de sólo recordar tu calor y tu humedad vuelve a pararse, es culpa tuya por ser tan exquisita.- Sonrío más que complacida por su comentario.

-¿Qué pretendes con todo eso que me dices?- Le pregunto con una ceja arqueada, creyendo saber cuál es la respuesta.

-No lo sé, tal vez que te apiades de esta pobre alma necesitada, me invites a pasar a tu casa, me des refugio en tu cuarto bajo tus sábanas y compartas conmigo un poco de ti.- Una risa sincera brota de mí, es increíble lo pervertido y tierno que puede llegar a ser al mismo tiempo.

Niego con la cabeza y me da un largo y apasionado beso de despedida. Finalmente se va, yo entro a mi casa y voy directo a mi habitación, me desmaquillo, me desvisto y me acuesto con una gran sonrisa en mi rostro, esta sí que fue una gran noche.

Después de la noche loca y llena de diversión no quiero pararme de la cama, lo bueno es que hoy es sábado y no tengo nada que hacer, estoy nerviosa y ansiosa ya que le pedí a Sara desde temprano que me averigüe todo lo que pueda sobre la placa del Mercedes Benz que estaba conduciendo mi Carlos rivera, lo apodé de esa forma debido al gran parecido que tiene con el cantante mexicano.

Conversación con Sara

-Estás despierta?-
8:30am
-¿Dónde te cogió la mañana? Porque ciertamente ya sé por dónde lo hizo Mauro 😝-
8:31am
-Necesito que te despiertes-
8:33am
-Saraaaaaaaaa-
8:35am

-A ti ¿No te han enseñado a respetar el sueño de los demás?-
8:36am

-Necesito pedirte un favor-
8:36am

-¿Cuál favor? Mi virginidad no te la voy a dar-
8:37am

-Jajaja ¿Cuál virginidad? Ni del oído lo eres, porque por ahí te hablaron y te convencieron jajaja-
8:37am
-Tu papá es policía así que no te será difícil, necesito que averigües todo lo que puedas de la placa GCN-527- 8:37am

-¿Estás loca? ¿Qué quieres que le diga? Papi me quiero coger al tipo de esta placa, averiguame todo por favor 🙄-
8:39am

-En ningún momento he dicho que me quiero coger a alguien.-
8:39am

-No hace falta.-
8:40am

-Entonces inventa cualquier cosa, no hagas más preguntas, después te cuento, entre más rápido lo hagas mejor 😉-
8:40am

-Te odio-
8:40am

ADICTA [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora