CAPÍTULO 25

220 14 32
                                    

Ha pasado una semana desde que Aarón se fue para España, ya pudo ver a su hijo pero él quiere tenerlo consigo también, quiere compartir la custodia y Mónica no quiere ceder, así que han iniciado una batalla legal por reestablecer sus derechos como padre y del niño también.

Por mi parte extraño mucho su compañía, el apartamento se siente vacío y frío estando yo sola, parece un reflejo de mi alma y de mis emociones, me ha tocado intensificar las terapias para mantenerme ocupada por las tardes y no pensar en otra cosa, me siento orgullosa de mí porque he podido controlarme, he sabido manejar la situación y he logrado darle prioridad a lo que es realmente importante en mi vida.

Ya culminé el último semestre y me han dado la fecha para la graduación, será el 10 de diciembre, sólo faltan 8 días para ese momento tan anhelado, no quiero ir sola, no sé si Aarón pueda llegar y Sara se la pasa ocupada y últimamente más saliendo con Marcus, Fabián y Alessandra.

No sé qué me hace enojar más si el echo de que Sara prefiera estar con ellos que conmigo o ver a Fabián con esa chica, los celos me consumen y me revuelven todo cada vez que los veo juntos y hoy mi tormento no será distinto puesto que Sara está de cumpleaños, hará una gran fiesta y nos invitó a todos, haré mi mejor esfuerzo hoy.

Son las 8 de la noche y estoy casi lista, trato de no exagerar en mi vestuario, peinado y maquillaje para no opacar a la cumplimentada, además de una cartera dónde guardo mi celular, las llaves y algo de dinero, la fiesta se llevará a cabo en el restaurante Nativo uno de los que administra y que reservó en su totalidad para ella, para esta ocasión, el lugar no es tan lujoso pero está bien situado y sin duda deslumbra al verlo.

Al llegar veo que han reorganizado todo, por lo que está el salón disponible como si fuese pista de baile, hay una gran mesa con aperitivos y una barra de licores, además del DJ que no podía faltar, no hay decoración ni pastel, parece más una discoteca que un restaurante.

Camino por todo el salón pero no logro ver a nadie conocido, así que me siento en la barra a esperar, me siento desubicada aquí, de repente siento una presencia detrás de mí y al voltear veo que se acerca un sujeto no muy agradable el cual no conozco y lo que me dice es aún peor.

-¿Entonces tú eres el juguete que trajeron para nosotros los solteros?- Mi desconcierto es grande y no me gusta para nada por dónde va esta conversación.

-¿Disculpa?

-No te hagas la estúpida, todos aquí sabemos quién eres.- Dice señalando hacia un grupo de chicos con el mismo aspecto de este. -Tu cara estuvo por toda la ciudad mientras te buscaban y sabemos que andabas de puta y apareciste en un club.- De no ser por su actitud sería un buen partido para cualquier mujer, tiene cabello rizado y corto negro, ojos marrones, tez trigueña y complexión un poco gruesa, lleva puesta una camiseta tipo polo roja, un jean negro un poco rasgado y unos tenis negro con blanco. A pesar de superarme en tamaño y probablemente en fuerza no me voy a dejar amedrentar.

-Lo que haya sido de mi vida no es tu problema, así que te agradezco que te retires de mi vista y con respecto a lo otro, no, no vine para ser el juguete de nadie.- Le dije torciendo mis ojos para reafirmarle que su compañía no es de mi agrado. Por primera vez no me siento atraída, no me siento tentada a aprovechar la oportunidad que me está ofreciendo este sujeto de tener sexo con él y sus amigos.

No me fue posible indagar más en mis pensamientos ya que fui tomada por el brazo de manera brusca y arrastrada por un lado del salón, cuando reacciono me doy cuenta de que es el mismo tipo que me había estado molestando, trato de soltarme pero su agarre es firme a tal punto que lastima, busco ayuda con la mirada pero están tan sumergidos en sus conversaciones que nadie se percata de lo que está pasando, el temor se apodera de mí y el grito se rehusa a salir, llegamos a un cuarto donde tienen algunas mesas y otras cosas almacenadas, las cuales no logro identificar ya que están cubiertas por sábanas, sigo forcejeando y el sujeto me lanza de manera brusca dentro del cuarto, haciendo que caiga al suelo de lado y golpee mi brazo.

ADICTA [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora