-Mmm... ¿Abi qué estás haciendo? Aún no estoy del todo despier...to ohhh... Mmm que rico despertar así pero... Sería bueno que me dejaras dormir un poco ¿No crees?- Dice Aarón mientras le realizo un oral para despertarlo, anoche lo hicimos 2 veces antes de dormirnos pero las ganas no se me han quitado, creo que los medicamentos ya no estan surtiendo el mismo efecto, saco su pene de mi boca y río ante su comentario.
-Buenos días amor, pues si no te gusta lo que hago entonces... Devuélvemelo.- Le digo con mi mejor cara de niña inocente abriéndome de piernas.
-Si lo hacemos ahora ambos llegaremos tarde, hoy sales temprano ¿Te parece si nos almorzamos?- Dice cruzándose de brazos y levantando una ceja esperando mi respuesta ocurrente.
-No, yo quiero ahora tengo hambre.- Le hago pucheros para tratar de convencerlo pero parece estar firme en su posición.
-Abi...
-Aarón...- Se acerca y me hace cosquillas haciéndome reír a carcajadas y retorcerme como gusano. -Detente... Para...- Le digo entre risas pero él no se detiene, sabe que este es mi punto débil.
-Pararé cuando aceptes mi propuesta.
-Está bien, está bien, esperaré hasta la hora del almuerzo.- Aarón detiene las cosquillas y me abraza.
Así son casi todas nuestras mañanas, hay risas, sexo, cosquillas, besos, abrazos, está cumpliendo a cabalidad su promesa de tratar de hacerme feliz, prácticamente las únicas peleas que tenemos es por quién de los dos va a lavar los platos, del resto no hemos tenido problema alguno.
Nos duchamos, nos alistamos y como siempre se nos hizo tarde para desayunar, nos damos un dulce y excitante beso de despedida y nos vamos por separado ya que el destino de cada uno queda en sentido opuesto, al llegar a la universidad camino hasta la cafetería y compro una empanada con un jugo de mango de botella y me lo voy comiendo mientras camino hacia el salón de clases, al llegar por poco y me atraganto con el mordisco que le había dado a la empanada ya que encuentro al profesor Aristizabal de pie en una de las esquinas del salón, me sorprendo porque a él no le corresponde darme clases en este semestre y no creo que me haga bien estar junto a él después de lo que pasó entre nosotros. Él fija sus ojos en mí y me brinda una sonrisa de lado.
-Buenos días Abigail, qué gusto volver a verte, ¿Cómo sigues?
-Bien, gracias.- Respondo cortante, sé a dónde quiere llegar, pero lo disimula al haber más personas en el salón.
La mañana transcurre algo incómoda y tensionante, Andrés nos explica que nuestro profesor tuvo un accidente en su moto y él lo reemplazará por lo que resta del semestre y que además para mi suerte el otro profesor que nos toca hoy no pudo llegar así que él va a acompañarnos toda la jornada. Es casi medio día y recibo un mensaje de Aarón el cual leo y una gran sonrisa ilumina mi rostro.
Mensaje de Aarón
Reina mía, mi hermosa, tenerte junto a mí se ha convertido en mi más grande necesidad, estoy ansioso por verte de nuevo y tenerte entre mis brazos, llego a las 12:30pm a recogerte, te amo.
-Señorita Cardona ¿Quiere compartir el chiste con el resto de la clase?- Dijo el señor Aristizabal con cara de pocos amigos y luego procedió. -Si no está interesada en mi clase puede retirarse.- Guardé mi celular y no le respondí. -Bien, preste atención entonces.
No sé qué le pasa pero en la única persona que se enfoca es en mí, si llego a soltar un gas silencioso de inmediato se daría cuenta ya que no me quita los ojos de encima, da por finalizada la clase así que tomo mis cosas y me dispongo a marcharme pero me detiene.
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ADICTA [+18]
RandomHistoria con alto contenido sexual, apta para mayores de edad. La vida de Abigail cambia cuando conoce uno de los placeres de la vida: EL SEXO, no le importaba con quién, dónde o las circunstancias, sólo le importaba satisfacer sus necesidades, veía...