Siempre me pareció ilógico cuando me decían que al estar al borde de la muerte se logra ver una especie de túnel con una luz al final de este, hoy doy fé de eso, lástima que no pueda regresar para contárselo a los demás. Es increíble la paz que siento, ya no hay dolor y mis recuerdos no me atormentan, ya no hay lágrimas, no hay remordimiento, ya no hay nada, todo es tranquilidad aquí y sin duda esto es lo que quiero.
Camino por aquel túnel en busca de la luz, entre más avanzo mejor me siento pero de repente una mano me sujeta del brazo haciendo que me detenga, al voltear mi cabeza no puedo creer lo que veo, mi madre está junto a mí, se ve tan radiante, tan bella, tan feliz, lágrimas de felicidad aparecen de mi parte, ella no llora solo me sonríe y me extiende sus brazos para que me acerque a ella, nos fundimos en un gran abrazo, jamás pensé volver a verla o volver a sentirla, esto se siente tan bien y tan real que no quisiera que terminara.
Se separa de mí, besa mi mejilla y cuando intento hablarle me detiene y es ella quien lo hace. -Estás más bella que la última vez que te vi, sé lo que estás pensando y no tienes de qué preocuparte yo estoy bien, mírame, no te sientas mal por mí hija, sé que me extrañas y que has sufrido por mi ausencia pero ya era mi hora, yo estoy en un lugar mejor libre de sufrimiento.
›Ambas nos equivocamos y no estuvimos del todo pendiente de la otra, tú no sabías de mi enfermedad y yo tampoco sabía de la tuya, no estoy enojada por el último acontecimiento de mi vida, perdono cualquier error que hayas cometido y te pido perdón por los míos.
»Sabes, te amé tanto como pude en vida y aún después de morir te sigo amando como a nadie, desde acá estoy pendiente de todo lo que sucede en tu vida y te cuido, se puede decir que me he convertido en tu ángel de la guarda.
»›Sé que estás sufriendo pero ya pasará, más temprano que tarde, cuentas con personas maravillosas que te quieren de verdad y que aguardan por ti, por tu pronta recuperación.
-Mamá, yo me quiero quedar aquí contigo, no quiero sentirme sola de nuevo, la vida sin ti es muy díficil.
-Eso no depende de mí mi cielo, no lo decido yo y por lo que sé aún no es tu tiempo, mejores cosas vendrán para ti ya verás, yo te voy a acompañar y te voy a dar la fuerza que necesitas, ve con ellos, luego nos reencontraremos tú y yo, te amo.
Despierto de golpe y siento una luz blanca enceguecerme además de un dolor agudo en mi estómago el cual me hace retorcer, cuando mi visión logra adaptarse a la luz veo las máquinas conectadas a mi cuerpo y me doy cuenta de que estoy en una clínica.
Una voz en mi cabeza me dice: "Recuerda que mejores cosas vendrán, no renuncies, no dejes de luchar, perdónate y perdona, estaré siempre contigo y te cuidaré, te amo mucho".
Por primera vez después de mucho tiempo y apesar del dolor logro sentirme en paz conmigo misma, cierro los ojos recordando el abrazo que me dio mi madre junto con sus palabras y me quedo profundamente dormida.
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Dos años han pasado ya desde mi intento de suicidio el cual me hizo ver la gravedad de mi adicción, ciertamente las cosas no han sido fáciles pero por fin he logrado retomar el rumbo de mi vida.
Estuve un año completo en rehabilitación donde el apoyo de Sara y Aarón fue de vital importancia, aproveché ese tiempo para estudiar mucho y estar preparada para cuando regresara a la universidad, Sara presentó toda la documentación pertinente a los directivos donde demostraba que yo no podía continuar en el momento con mis estudios y ellos aceptaron aplazarme, además me pasó todos sus trabajos, anotaciones e incluso grabó cada clase para que pudiese estar al tanto de todo.
Cuando salí solicité hacer un examen dónde pudiesen validar mis conocimientos y ver si me colocaban en el semestre que quedé, me atrasaban o podían adelantarme, mis estudios rindieron sus frutos y del sexto semestre donde había quedado salté al octavo, actualmente estoy por graduarme y con honores.
Aún estoy asistiendo a psicoterapias tanto individuales como de grupo y la dosis de los fármacos es mínima, eso sumado a un ambiente "familiar" estable y libre de tensiones han hecho que mi vida sea relativamente normal. Mi vida sexual es buena, no excesiva como antes pero Aarón y yo nos entendemos de maravilla al momento de tener sexo o hacer el amor como dice él, es mi única pareja tanto amorosa como sexual.
Hace seis meses estoy viviendo con él, decidí darle y darme una oportunidad para amar, se ha portado realmente bien conmigo, ha estado muy atento a mi recuperación, me ha cuidado, consentido en todo momento y jamás me ha juzgado a pesar de saber todo lo que hice, se siente bien estar con él pero no me siento completa, siento que algo me falta, la psicóloga dice que puede hacerme falta las múltiples parejas sexuales ya que llevaba una vida promiscua, pero que con el paso del tiempo y el tratamiento me iré acostumbrando.
Por otra parte Mónica ha cumplido con su promesa y no hemos vuelto a saber nada de ella y del niño, Aarón se siente mal por no poder estar con su hijo y no saber cómo es, si lleva sus ojos o tal vez su cabello, o su forma coqueta de ser, pero trata de no demostrarlo para no preocuparme a mí.
Los padres de Aarón resultaron mejor librados que él con la separación ya que el señor Burgos, padre de Mónica no pudo disolver el contrato que tenía con el padre de Aarón, si lo hacía incumpliría con las clausulas y debía pagar una gran suma de dinero.
Por otro lado Sara mi gran, mejor y única amiga se graduó hace un año, fue un festejo doble ya que ella culminó su carrera universitaria y yo salí de rehabilitación, actualmente está administrando una importante cadena de restaurantes en todo el país y está comprometida con Marcus, aquel chico guapo y fornido que me presentó la noche en que también conocí a Fabián, de este último he sabido que está bien y nada más, tampoco he querido indagar mucho, si él decidió que era mejor marcharse y alejarse de todo esto no veo porqué tratar de regresar su mente al pasado, pero sigo queriendo tener esa oportunidad para hablarle y disculparme, si la vida me la da estaré agradecida de lo contrario no insistiré.
Los padres de Sara me acogieron y me integraron a su familia desde antes de salir de la casa de reposo, se han convertido en unos verdaderos padres para mí, son muy buenas personas, se preocupan y me brindan un poco de su amor a pesar de los celos fingidos de Sara.
En cuanto a mi madre, puedo decir que la siento como si estuviese a mi lado siempre, tal como dijo que haría, voy a visitar su tumba cada domingo, le hablo y le llevo flores, resulta que después de su muerte ha seguido velando por mi bienestar, desde antes de saber que estaba enferma adquirió un seguro de vida con una cuantiosa suma de dinero la cual puso a mi nombre en caso de que ella llegara a faltar, dicho dinero me ha sido útil para seguir pagando mis estudios, no soy de esas personas a las que les gusta las cosas regaladas y menos ser una carga por lo que Aarón no se ha visto involucrado en nada que tenga que ver con mis estudios.
Todos estos cambios tan abruptos, más para bien que para mal me han hecho reflexionar y mejorar, pero apesar de lo que digan no siento que haya alcanzado la felicidad, siento que estoy viviendo por y para los demás, siento que he dejado de ser yo misma para satisfacer a los que me rodean, temo dañar todo el avance y recaer en cualquier momento.
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ADICTA [+18]
RandomHistoria con alto contenido sexual, apta para mayores de edad. La vida de Abigail cambia cuando conoce uno de los placeres de la vida: EL SEXO, no le importaba con quién, dónde o las circunstancias, sólo le importaba satisfacer sus necesidades, veía...