Take Me ||Vinnie Hacker|| EN EDICIÓN

Capitulo 22

Dormí durante toda la noche, mi cuerpo estaba tan cansado que en cuanto cerré los ojos no supe del mundo.
Me levante junto con Abby para bajar a desayunar, fue algo rápido y después solo volvimos a subir al camión para jugar de nuevo.
Reviso mi celular en el camino y tengo mensajes de Vinnie, los cuales me tranquilizan al saber que no todo lo eche a perder.

<<Buenos días,sal a ganar esos partidos y yo estaré animándote todo el tiempo>>

Mi sonrisa crece de oreja a oreja y siento como un cosquilleo invade todo mi cuerpo.
Después contesto mensajes de mi hermano y mi padre poniéndolos al tanto de todo lo que a pasado, claro que evitando a Mario y Vinnie.

En los vestidores el cocha nos da su sermón de todos los partidos; tenemos que ser un equipo y confiar la una en la otra. Toda esa mierda de compañerismo.

-Cayetana, ¿Hoy vendrá tu amigo?-Abby camina junto a mi hasta la cancha.

-Creo que si, no lo se-Su pregunta me toma de sorpresa y me parece algo extraña.

-Está bien, espero verlo por ahí-Después de decirme esas palabras que revolvieron mis neuronas se adelanta corriendo dando saltos tratando de ser coqueta.

Suelto un resoplido e intento que sus palabras no arruinen mi concentración, pero la parte de concentración se fue cuando en las gradas de la primera fila estaba Vinnie, de nuevo su sonrisa invadió todo mi cuerpo haciéndome sentir importante. Le devuelvo la sonrisa y lo saludo con la mano, el también lo hace, después solo sigo
caminando hasta nuestro lugar de calentamiento con el rostro sonrojado.
Por alguna razón me estaba yendo mucho mejor en los pequeños calentamientos, tal vez porque sentía la mirada de Vinnie todo el tiempo y una parte de mi se estaba luciendo.

Después el sonido del silbato nos avisa que ya comenzarán los partidos, nos acomodamos en nuestros lugares, yo de central y Abby de ponteiro. Respiro profundo dos veces, el sonido del silbato y las porras en las gradas comienzan. Doy mi primer golpe.

Todo era brincos y golpes, gritos de frustración y de emoción. Rotaciones y dos veces estuve en la banca, desde ahí podía ver a Vinnie pero mis ojos no lo hacían, sentía que mis nervios subirían hasta el maldito cielo si hacía contacto visual con el.
El primer partido terminó y ganamos, de nuevo la emoción nos invadió pero nos contuvimos ya que jugaríamos contra otros dos equipos los cuales son muy buenos.
Nos dieron un descanso de diez minutos para comer algo, mi miraba viajo a las gradas y no estaba ahí, me emocioné un poco porque tal vez podría estar ya en la cancha. Mientras comía un sándwich con queso y escuchaba las platicas animadas de mis compañeras me estaba dando cuenta que no venía, no estaba por ningún lado y sentí como me daba un bajón.

Termine de comer y solo hice unos cuantos estiramientos, respire hondo repetidas veces y me mentalice en ganar estos juegos, ya que si perdemos solo uno quedamos eliminadas, no podía dejar que eso pasara. Faltaba un minuto para empezar el juego contra las de Texas, nos reunimos y nos dijimos mil veces que ganaríamos, sus determinaciones son tan grandes como las mías lo cual hace que nos echemos este campeonato en la bolsa.

Ganamos, los dos juegos los ganamos. Fueron cuatro horas llenas de adrenalina, cuatro horas en donde le exigimos a nuestros cuerpos ganar para poder sentir el poder y la emoción. Todo parecía sacado de una película, donde las chicas ganan y te envuelven en gritos de euphoria continua, porras en las gradas y las sonrisas contagiadoras son imposibles de ignorar.

No diré que no busque continuamente a Vinnie, lo buscaba par poder correr a sus brazos y decirle que lo logre, para que me felicitara porque ya pasamos a la maldita semifinal. Pero no estaba, una alarma dentro de mi suena, tal vez le paso algo o tal vez le paso algo a alguien y tuvo que tomar un avión de regreso, miles de pensamientos dudosos me invaden asi que corro a los vestidores dejando atrás todo el barullo para tomar mi celular. Lo enciendo y me dirijo al chat de Vinnie.