Capitulo 23

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Cuando planeaba en mi habitación cómo sería mi estancia en San Francisco jamás se me pasó por la cabeza esto. Jamás creí que terminaría con mi cabeza apoyada sobre su pecho desnudo, mientras las yemas de mis dedos recorrían sus tatuajes lentamente. Sus dedos acariciaban mi cabello y mi cuerpo se sentí seguro, yo me sentía segura junto a él.

-¿Tienes hambre?-Sus tripas rugen en mi oreja.

-Tú si-Me burló un poco.

Colocó mi barbilla en su pecho para verlo, sus rizos están vueltos locos sobre su frente, sus labios ligeramente rojos así como sus mejillas.

-Tengo muchísima hambre-Hace una mueca y después sonríe haciéndome temblar.

-Vamos por comida-Me intentó levantar pero me jala del brazo suavemente.

-Te amo-Abrió sus labios y soltó las palabras que no creí escuchar de el.

Me quede con los ojos abiertos como plantos, ya que me tomo por sorpresa. No se si yo lo amo, no se si esto está bien y no se si pueda decirle lo miso.

-Yo...-Lo intente, intente decirlo pero las palabras se atoraron en mi garganta.

Fue un momento largo e incómodo, hasta que hablo.

-Está bien, no tienes que decirlo si no lo sientes-Hace una pequeña y forzada sonrisa.

Se levanta soltándome y se comienza a cambiar.
Me quedo en mi lugar pérdida, pensando en esas dos palabras que significan un mundo para mi, en las promesas rotas y heridas que dejan esas dos palabras.

-Ey, de verdad no pasa nada. Yo te esperare siempre-Regresa y toma mi mentón entre sus dedos haciéndome mirarlo a los ojos.

Sus ojos marrones tan hermosos, tan llenos de honestidad, llenos de amor y lujuria. Esos ojos que me hicieron perder la cordura en cuanto los tuve sobre mi.

-Gracias-Sonrío solo un poco, me coloco de pie y busco mi sostén.

Lo encuentro casi bajo la cama y me pregunto como llego ahí, coloco los tirantes sobre mis hombros y de pronto siento las manos de Vinnie sobre los broches.

-Te ayudó-Los pequeños roces de sus dedos sobre mi piel se sienten deliciosos. Los abrocha fácilmente, me giro para verle de frente y lo beso.

Su pequeño gesto significó mucho para mi, el intentar ayudarme a vestirme fue tierno. Cuando estaba con Mario y después de haber echo el sin respeto el siempre se cambiaba más rápido que yo y solo se recostaba esperándome, me sentía sola después de ese momento tan intimo que compartimos.
Pero todo es diferente cuando se trata de Vinnie.

El beso fue tierno y tranquilo, después me regalo una sonrisa y pellizco mis mejilla con sus dedos.

-Terminemos para ir a cenar-Después de eso solo asentí llena de felicidad y me coloco la ropa suavemente.

Salimos de la habitación y caminamos hasta el elevador en silencio. Quería jalarlo de nuevo a esa habitación y repetir todo lo que anteriormente habíamos hecho; besarlo hasta que nuestros labios sangraran de pasión, escuchar sus suspiros en mi oreja, sentir el calor que subía por nuestros cuerpos inundando la habitación, cerrar los ojos sobre su pecho agitado... pero el dolor en mis tripas me ganaba.

-¿Nerviosa por mañana?-Me pregunto en cuanto llegamos al restaurante del hotel, el cual no estaba tan mal.

-Algo, la presión de tantas personas es la que me está matando-Nos sentamos en una mesa en medio del lugar.

-Si te creo, ese domo es enorme-Toma la hoja de menú.

-Sin presión-Suelto con ironía.

Take Me ||Vinnie Hacker|| EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora