Capitulo 6

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Sin duda nunca creí necesitar la ayuda de Vinnie, ya que solo quiero alejarlo de mi vida, porque su presencia me atormenta y no entiendo porque mi cuerpo actúa como actúa cuando él esta cerca.

Llegó despues de diez minutos, ya que estaba con sus amigos desayunando y prefirió venir por mi que seguir con ellos, mierda de verdad que tengo que alejarlo de mi. Su auto negro se detiene frente a mi y baja la ventanilla del copiloto.

-¿Señorita? Su carruaje espera-Al final me regala un apequeña sonrisa picara.

-Si, gracias por recogerme-Bufo un poco.

-Cuando necesites a alguien siempre voy a estar ahí-Me responde sin alejar la mira de mi rostro.

Sus palabras hicieron un pequeño hueco en mi corazón, solo uno muy pequeño.

-Igual-Corto la conversación y el arranca.

Durante el camino ninguno pronuncio palabra, pero las miradas repentinas y cuidadosas no faltaron. De nuevo sentía ese remolino en el estomago, espero que no se haga costumbre.

En cuanto el paro el coche yo no dude en salir rápidamente de ahí, una porque el entrenamiento ya había comenzado y dos, porque no podia seguir respirando ahí dentro.

-Adios y gracias-Es como me despido antes de cerrar la puerta con algo de fuerza.

No miro hacia atrás en ningún momento, no me importa si se queda y no me importa si se va.

-Llegas tarde Cayetana-Me regaña en cuanto me ve el coach.

-Lo siento, es solo que nadie podia traerme-Le respondo mientras saco una dona para el cabello y comienzo a dar pequeños saltos en mi lugar como calentamiento.

-No me importa, dale seis vueltas a la cancha corriendo-Me da la espalda.

Pongo los ojos en blanco y comienzo a correr.

El entrenamiento transcurrió normal y al decir normal ahora significa que los chicos en patineta no dudaron en hacer su aparición, supongo que esto se hará rutina.
No pude evitar que mi mirada buscara a alguien en especial, una parte de mi quería verlo ahí, pero la otra sabia que esto esta mal. Pero no me hice caso, le preste más atención a la primera voz de mi cabeza, me odie un poco por eso.
Pero él no estaba, no veía sus rizos rubios por ningún lado, me sentí un poco desanimada pero rápidamente sacudí la cabeza para olvidarme de ese sentimiento. Ni si quiera lo conozco bien.

Al terminar el entrenamiento fui por mis cosas y revise mi teléfono.
Tenía dos llamadas de Mario, un par de mensaje de Vinnie y cuatro llamadas de mi hermano, mierda.
Primero le devuelvo la llamada a Mario y me contesta al tercer timbre.

-Hola amor ¿Ya saliste del entrenamiento?-De fondo escucho bastante ruido.

-Amm si ya salí, ¿dónde estas?-Me detengo un poco nerviosa.

-En mi casa, solo que mis hermanos pusieron música a todo volumen-Me explica tranquilo.

-Esta bien-De verdad que dude un poco-¿Vendrás por mi?-Le pregunto con el corazón en la mano.

-No puedo amor, mi papá quiere que ahorita lleve algo a un taller-Me explica.

Mis ánimos se fueron hasta el suelo, bufe para mis adentros.

-Esta bien amor, necesito marcarle a mi hermano-Siento la desecpion en mis palabras.

-Esta bien amor, te amo-Me cuelga, ni siquiera dejó que me despidiera.

Miro la pantalla y una gran tristeza me invade, busco el numero de mi hermano y le llamo. Espero que el si pueda pasar por mi.

-Hola hermana, ya casi llego por ti-Me dice al momento en que contesta.

Sentí como un peso de mis hombros se fue.

-Gracias, no tardes-Cuelgo y abro los mensajes de Vinnie.

<<Espero que tu entrenamiento vaya muy bien>>

<<Me gustaría ir por ti, pero tengo algo muy importante que hacer, tal vez mañana te vea>>

<<Ten una linda noche, preciosa>>

Mierda, de nuevo llegan esos remolinos. Me mordí el labio inferior al leer esa palabra, la releo y la releo, pero me detengo al darme cuenta qué tal vez ese apodo se lo dice a muchas chicas, y eso no me debe de importar, por mi que se lo diga a todas las de california... Mierda ya no se ni que pienso.

Le respondo.

<<No te preocupes, muchas gracias por traerme>>

<<Linda noche>>

Por un momento pensé en decirle algún apodo tierno, pero no, no puedo darle alas a este chico tan guapo, mierda.

Mi hermano llego después de cinco minutos y me comenzó a platicar sobre su nuevo trabajo, de verdad me sorprendió que su entrevista de trabajo haya salido perfecta, aunque por un momento pensé en la importancia que tiene mi padre en esos negocios y lo fácil que seria aceptar al hijo de un gran empresario... Pero mejor decido escucharlo e ignorar mis tóxicos pensamientos.

-¿Quién te trajo?-Se sale totalmente del tema.

-Un amigo-Tragó gordo.

Su mirada interrogante me mira por unos segundos, siento como me queman las mejillas, como mis ojos comienzan a moverse incomodos.

-Esta bien-Regresa su mirada a la calle.

Suspiro aliviada, no tengo que darle explicaciones sobre mis amigos a mi hermano, el sabe que soy una persona solitaria con respecto a los amigos, así qué tal vez no me creyó o simplemente no le importa, agradecida con el de arriba.

En realidad yo tengo a una mejor amiga, solo que se mudo a Seattle y ya no hablamos como antes, esta al tanto de que tengo novio pero no al tanto de que un chico me esta haciendo ver todo de color de rosa, debería de hablar con ella y que su sabiduría me ilumine. Nos conocemos desde el segundo grado y siempre a sido como la hermana que nunca tuve, recuerdo que saliendo de la escuela corríamos a una cafeteria donde los chicos de una universidad cercana iban todos los días después de su entrenamiento de futbol, ahi nos veían tomando un capuchino mientras nos quedábamos perplejas por los chicos mayores y sudados, teníamos mas granos en la cara que ganas de vivir, pero era divertido. Hasta que en quinto grado se tuvo que mudar por el trabajo de su padre, ahora le va mucho mejor y estoy feliz por ella.
Sin pensarlo do veces tomo el celular y le mando un mensaje.

<<Llámame cuando puedas, te necesito>>

Take Me ||Vinnie Hacker|| EN EDICIÓN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora