Take Me ||Vinnie Hacker|| EN EDICIÓN

Capitulo 35

Lo bese y volví a sentir como si fuera la primera vez. Todos esos sentimientos contenidos en nuestros cuerpos se dejaron abalanzar uno sobre el otro, en una pelea sin piedad.
Sus manos se colocaron bajo mi trasero, me levanto hasta colocarme a horcajadas de el.
Su boca recorría la mia bruscamente, introducía su lengua y ambas se rozaban sin control.
Nuestras respiraciones se aceleraban cada vez más, nuestras manos tocaban cada centímetro de nuestros cuerpos y nos pedían a gritos más.
Vinnie me levanto del sillón, aún con mis piernas alrededor de su cadera y llegamos a la habitación de visitas.
Me recostó en la cama un poco brusco y se colocó encima de mi.
Me quito la blusa y el sostén con una mano, su respiración era tan agitada que me estaba volviendo loca.
Le saque la camiseta y de nuevo volví a toparme con ese abdomen de infierno, con esos tatuajes tan sexys, ¡Mierda si!
En cuestión de segundos ambos estábamos desnudos, el poco a poco comenzaba a bajar hasta mi zona más sensible, donde cada vez recibía punzadas más desesperadas por sentir algo.

Lo mire atenta a sus movimientos y solo podía morderme el labio inferior al sentir como su lengua iba colándose dentro de mi. Es tan sexy verlo, tan delicioso sentirlo.

Soltaba gemidos y jadeos silenciosos. Mi espalda no podía evitar curvearse cada vez que sentía esa ola de placer recorrer mi cuerpo, mis manos se aferraban a las sábanas y Vinnie me miraba desde su posición, aumentando cada vez mi excitación.

-Mierda...-Solté entre suspiros.

Sentía el orgasmo a la vuelta de la esquina, el temblor en mis piernas cada vez me avisaba que estaba a punto de llegar.
Me aferré con más fuerzas y los movimientos de Vinnie cada vez eran más preciosos y rápidos, mis jadeos eran más elevados e intensos. Volví a mirar a Vinnie y sus ojos se clavaron en los míos y eso fue lo único que faltaba para que el orgasmo invadiera todo mi cuerpo.

Solté un grito jadeante y lleno de placer, el sentimiento es tan exquisito y lleno de adrenalina. Toda una sensación tan deliciosa invade cada centímetro de tu cuerpo y es un placer que cada mujer debe de sentir.

Vinnie regresó a mi rostro y comenzó a besarme, mi cuerpo pedía más. Sentí su miembro rozando mi área punzante, pero todo se tornó gris cuando escuchamos voces en la puerta de la entrada.

Rápidamente nos comenzamos a vestir y de verdad que podía sentir como mi corazón palpitaba en mi garganta, en cualquier momento podría salir disparado de mi boca.
Los nervios se apoderaron de mis manos, intentaba ponerme la ropa con una temblorina incontrolable.
Mierda, no entiendo como no me negué a esto. Estoy bajo el techo de su familia, los cuales me acogieron con las mejores intenciones y les pago descaradamente acostándome con su hijo. Mierda me odio.

Miro a Vinnie y noto que el está igual de nervioso. Terminamos y salimos a toda velocidad hacia la sala, en cuanto mi trasero toco el sofá sus padres y su hermano aparecieron en mi campo de visión.

-¿Cómo les fue chicos?-La cálida voz de su madre es la primera en resonar por la habitación llena de nerviosismo.

-Muy bien, fuimos al zoológico-Vinnie se relaja en el sillón intentando tranquilizar su voz y respiración agitada.

-Espero que te haya gustado Cayetana-Su papá se acerca hacia dónde estamos nosotros.

-Es bastante hermoso-Intento controlarme.

-Yo me iré a dormir, buenas noches gente-Reggie se despide y sube las escaleras a toda velocidad.

-Buenas noches-Respondemos al mismo tiempo.

-Yo creo que ya deberíamos de ir a acostarnos todos-Maria toca su muñeca como si trajera un reloj para hacernos entender que ya es algo tarde.

Solo podía mantener la mirada en sus padres, asustada de encontrar los ojos de mi cómplice.