— ¿Donde estas? – Me grita a través del altavoz del celular.Apoyo mi frente en el volante del auto y trato de ocupar toda la paciencia que me queda. Su voz es irritante, antes me gustaba, me parecía excitante pero después de un tiempo cambié de opinión.
Quiero decirle que se vaya al infierno, que yo no controlo el tráfico de esta endemoniada ciudad pero me quedo callada. Perder el empleo que me costó tanto conseguir no es una opción.
Será divertido, dijeron.
— Prometo llegar a tiempo – murmuró.
— ¡Tienes cinco minutos, Nícol! – zanjo y luego cuelga.
El silencio que se crea en el auto me parece un alivio y suspiro cerrando los ojos. ¿Por qué todo es tan difícil con él? ¿Por qué no puede tener la misma paciencia que los demás? Todo sería mucho más sencillo de esa manera. En situaciones como esta deseo que algo malo suceda, me da igual si es a mi o a él, o al mundo en general.
Enciendo el radio del auto para tratar de relajarme con su mala programación del día. No hacen más que hablar de política, chismes y colocar canciones malas. Recuerdo que mi abuela se quejaba de eso, pedía que la apagarán, prefería estar en silencio que oír esa basura, como le decía ella.
El tráfico avanza pero no al ritmo que necesito, quiero salir del auto y pedirles que se muevan más rápido pero yo sola no puedo contra esto. ¿Que demonios es lo que esta sucediendo para que haya tanto tráfico un martes por la tarde?
Maldigo mentalmente al universo por ponerse en mi contra el día de hoy. Se suponía que era mi día libre pero mi jefe decidió que necesitaba verme a como diera lugar y tuve que levantarme de la cama para subir al auto. Su insistencia es lo que más me molesta, parece no darse cuenta del esfuerzo que hacen sus empleados para cumplir sus peticiones.
Cuando por fin logró salir del tráfico suspiro aliviada, una estúpida marcha que se lleva acabo a obstruido por completo el camino y solo se apartan cuando ellos quieren, cuando terminan de dar su sermón.
No me ayuda.
Mi paciencia esta dependiendo de un hilo en este momento y no creo poder seguir controlandome. Aceleró cuando estoy cerca del edificio y me meto en el estacionamiento ignorando el saludo de Peter, siempre es animado, saluda a todos a pesar de que la mayoría lo ignora y es algo que admiro de él desde que empecé a trabajar en este lugar.
Me tomo mi tiempo para bajar del auto, sabiendo perfectamente que el tiempo está corriendo y que mi trabajo depende de ello. Recojo mi bolso del asiento del copiloto y bajo del auto. El estacionamiento huele a humo de autos y pica en mi nariz. Me apresuró al ascensor antes de que mis alergias me afectan.
Lo único que no agradezco que mi abuela nos haya heredado a mi madre y a mi son las alergias a cualquier tipo de olor fuerte.
La música del ascensor parece un lugar completamente diferente al edifico, como un escape del caos que debe haber ahí adentro como siempre. Me concentró en la música y ya la he escuchado tantas veces que me la se de memoria, tarareo a medida que el ascensor sube hasta el último piso del edifico.
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RESILIENCIA #1 ©
ActionBienvenidos sean a nuestro juego, se preguntaran que es lo que está pasando y que es este lugar. Antes de continuar les recomendamos no tratar de escapar de lo contrario morirán, de este pueblo no hay salida a menos que sean el último en pie. Han...