Un jadeo escapa de entre mis labios y rápidamente trato de acomodarme, tengo los músculos agarrotados, no me he movido en mucho tiempo y mi hombro comienza a doler por soportar mi peso. Me arrepiento cuando me muevo con brusquedad porque eso solo empeora el dolor. Olvidó por un momento que estoy herido y al instante me arrepiento.
No puedo contenerlo y chillo del dolor. Es punzante y me quema.
- Hey, no te muevas - la escucho decir a duras penas.
Entre abro los ojos y contempló su ojo gris, me mira asustada, está preocupada por mi, al mismo tiempo trata de hacerme volver a la posición anterior pero vuelvo a chillar.
- Ayúdame a sentarme - le pido.
La veo dudar pero aún así me ayuda. Tira de mi brazo sano y me ayuda a sentarme con suavidad. Siento la herida palpitar. Amber en cuanto ve que estoy sentado corre a buscar algo. Apoyo los manos a mis costados y aprieto el borde la cama con fuerza a medida que el dolor pasa.
Había olvidado lo doloroso que es que te disparen. En este momento lo único que quiero es una pastilla para el dolor o morfina, cualquiera de las dos me viene bien.
Amber no tarda mucho en acercarse a mí con un vaso de agua. No lo había notado pero tengo la garganta reseca y en cuanto veo el vaso delante de mi, mis manos desesperadas lo toman para beber. Siento alivio en cuando el agua baja por mi garganta y suspiro.
- Es primera vez que te veo beber algo con tanto gusto que no sea whisky - dice entre risas.
Alzo la mirada hacia ella y me llena de felicidad ver su sonrisa. Sigo sin entender como puede seguir sonriendo después de toda la mierda que hemos pasado. Amber no conoce el verdadero terror de este lugar. He estado antes y las matanzas han sido peores, desde que ella está aquí todo es más tranquilo.
- Ahora que lo mencionas, quiero un trago - le sonrió.
Menea la cabeza y se levanta a buscar algo debajo de la cama. Saca un botella de whisky por la mitad y me la ofrece.
- Sabía que querrías un trago.
- Ven aquí - le pido.
Con un brillo en su ojo se acerca hasta mí y con una mano tomo su rostro. La traigo hacia mi y le doy un beso en los labios. Lo que más me gusta de ella es su inocencia, lo linda que puede llegar a ser. Sus mejillas se tornan de un rosa y una sonrisa alza la comisura de sus labios.
- ¿Te sientes mejor? - pregunta sentándose a mi lado.
Le doy un trago al whisky y me acomodo en la cama hasta pegar un poco la espalda a la pared. ¿Cómo me siento? Como si un camión me hubiese pasado por encima, me siento de la mierda.
- La verdad es que si - miento.
Lo menos que necesito es que se preocupe más por mi. Ya ha hecho suficiente. Aparta la mirada de mi cuando mis ojos recaen en el parche de su ojo.
- ¿Te has cambiado el parche? - murmuró.
Asiente y noto como su expresión se entristece. Amber desaparecio después de la explosión, la busque hasta debajo de las piedras y resultó ser que Los Siete la tenían. Hay algo en ella que los cautiva porque nunca antes habían ayudado a un jugador. Perdió un ojo, pudo haber muerto, pero llegó aquí con un parche y algunas heridas que ya estaban sanando.
¿Que es lo que les gusta de ella? ¿Por qué de pronto están tan interesados en protegerla?
- ¿Mi hija? - pregunto.
- No he sabido nada de ella - dice volviendo a mirarme.
Recuesto la cabeza contra la pared. No puedo seguir viviendo con la angustia de saber dónde está Scar, de si está bien o si le están haciendo daño. Juro por dios que había pensando que en cuanto desaparecí Scar estaría con su abuela pero ahora me doy cuenta que la trajeron conmigo.
¿Para que necesitan a Scar? Es solo una niña.
- Quiero pedirte un favor - susurro captando su atención.
- Lo que quieras.
Giro la cabeza para mirarla y trago saliva.
- Si no logro salir de aquí con vida-
- No digas eso - me interrumpe aterrada - vamos a salir de aquí juntos.
Coloco mi mano en su pierna y le doy unas palmaditas.
- Escúchame - pido y ella niega - necesito que me prometas que cuidaras de Scar.
Amber niega y me toma de las manos antes de mirarme a los ojos.
- Saldremos de aquí juntos, y la cuidaremos juntos.
Se me hace un hueco en el pecho cuando la escucho hablar. Hay tantas cosas que quiero decirle, tantas cosas que necesito que ella sepa. Se que no saldré de aquí con vida, Los Siete ya han escogido a su ganadora y se muy bien que sería un placer morir en sus manos, prefiero a qué ella viva a vivir yo sin ella.
Le rodeo los hombros con el brazo y la apretó contra mi besando su cabello. Se acurruca a mi lado y se me llena el corazón de felicidad.
No sé explicar lo que siento con ella, nunca antes lo he sentido, ni siquiera por la madre de mi hija. Amber es ese rayito de luz en medio de la oscuridad.
- Se que algún día todo estara en perfecta armonía y nos reiremos de todo esto - susurra jugando con mis dedos.
Quiero decirle que así será, que estaremos bien, pero no quiero engañarla. No quiero que se ilusione con un futuro juntos. Pero también quiero engañarme, aunque sea por un momento.
- Así será, Bambi.
Gira el rostro y me mira con una sonrisa. Por esa sonrisa haría lo que fuera, incluso morir. Amber me hace sentir miles de emociones al mismo tiempo. Con ella no me siento juzgado, siento que puedo ser yo mismo.
- Damon - aprieta mi mano.
- ¿Que pasa, Bambi?
La veo dudar, su mirada se aparta de la mía un momento y de la nada sus mejillas se enrocejen.
- Te quiero - susurra tan bajito que a penas puedo escucharla.
Puedo sentir como mi corazón se agita al escucharla decirme que me quiere.
- Yo también te quiero, Bambi.
Y ahí, sentados en la cama y en silencio me sentí completo. Aunque era consciente que para poder sentirme satisfecho y completo necesitaba a Scar a mi lado.
Cerré los ojos y apoye la cabeza contra la pared imaginando, haciéndome ilusiones a mi mismo, con un futuro junto a Amber y Scar. Cómo una familia.
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RESILIENCIA #1 ©
ActionBienvenidos sean a nuestro juego, se preguntaran que es lo que está pasando y que es este lugar. Antes de continuar les recomendamos no tratar de escapar de lo contrario morirán, de este pueblo no hay salida a menos que sean el último en pie. Han...