Vuelvo a cerrar los ojos y me convenzo a mi mismo que es cuestión de tiempo para que se cansen y dejen de tocar el timbre. Meto la cabeza debajo de la almuhada para que el sonido no sea tan molesto pero no funciona. Por un momento deja de escucharse y al siguiente vuelven a hacerlo.
— ¡Damon! – gritan golpeando la puerta.
Esa voz tan molesta, tan chillona e insoportable me hace retorcerme en la cama maldiciendo todo lo que me rodea. Salgo de la cama y me dirijo hacia la puerta. No he termino de abrir la puerta cuando Scar entra empujando todo hasta llegar a mi, abraza mi pierna y mi mal humor de la nada se esfuma.
— Papi – murmura restregando su mejilla en mi pantalón.
Con mi mano revuelvo su cabello trenzado y rie abrazándome con más fuerza. Alissa es la siguiente en entrar fulminandome con la mirada, quiero decirle que no la invite, que no tengo ganas de verla pero me callo porque no pienso discutir con Scar aquí. Deja la mochila de Scar en el sofa y se dedica a mirar mi departamento como gallina que mira sal.
— Hola para ti también, Alissa – bufo cerrando la puerta.
— Cariño ¿por que no llevas tu mochila a tu habitación? – le dice a Scar inclinandose a su altura.
No me suelta. Hace más de una semana que no nos vemos, Alissa se niega a traer a Scar porque dice que no soy un buen padre. Aunque si hablamos de padres malos no creo que su novio Caled sea una buena opción de padre para Scar.
— No, dormire con papá ¿verdad? – alza la mirada hacia mi.
— Por supuesto que si pecas, ahora haz lo que dice mamá.
Salta de mi pierna y toma la mochila del sofa antes de desaparecer en el pasillo cantando algo que no reconozco. Ignorando a Alissa me doy media vuelta y me dirijo a la cocina. Escucho sus tacones contra el suelo cuando me sigue, es molesto, irritante tenerla cerca y escuchar ese sonido.
Abro una de las alacenas y saco la botella de whisky que hay guardada, tomo uno de los vasos limpios y me sirvo un trago preparándome para su discurso.
— Es muy temprano para que bebas y no es un buen ejemplo para Leah – se sienta en uno de los taburetes cruzando las piernas.
Aborrezco cuando llama a Scar de esa manera, ni siquiera se como acepte que le colocará semejante segundo nombre. Su madre se llamaba asi y a decir verdad esa mujer era el diablo, decir que no me alegre de su muerte seria una mentira, me hizo feliz saber que la mujer habia muerto.
Era un dolor en los huevos.
— Si, cambia el disco – hago un ademán con la mano dándole un trago al whisky.
— Damon, Leah es una niña y pensara que lo que haces esta bien.
— Mira, Alissa, por muy madre que seas de Scarlett no tienes derecho a decirme que debo o no hacer en mi departamento.
— Me llevare a Leah si–
— Se llama Scarlett – gruño.
Coloca los ojos en blanco y sus uñas comienzan a golpear el mármol de la barra. No la soporto, en lo más minimo. Si, en su momento Alissa me encantaba, puedo decir que me habia llegado a enamorar de ella pero todo cambia cuando Caled apareció. Se acosto con él y ni siquiera tuvo el descaro de mentirme. Ahora quiere ser una madre ejemplar teniendo en cuanta que hace un año dejo a Scarlett sin comer por una semana ya que ella estaba muy ocupada saliendo con Caled.
— Vendre por ella el lunes – dice levantandose.
Si, mejor, que se vaya.
— Imagino que la semana de arriba.
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RESILIENCIA #1 ©
ActionBienvenidos sean a nuestro juego, se preguntaran que es lo que está pasando y que es este lugar. Antes de continuar les recomendamos no tratar de escapar de lo contrario morirán, de este pueblo no hay salida a menos que sean el último en pie. Han...