29. Frenético, desbocado

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Mi ritmo cardíaco se vuelve un desastre y de pronto tengo mucho calor. Damon desliza sus manos por mi espalda, es una sensación completamente nueva para mi pero se siente muy bien y solo puedo pensar en sus manos y en su boca, solo puedo pensar en él.

Trato de seguirle el ritmo pero para cuando me doy cuenta ya estoy cayendo sobre la cama con el sobre mi, desliza su mano por mi cintura hasta llegar a mi pierna y la alza un poco para poder acomodarse mejor sobre mi. Mi cerebro se distrae pensando en que es lo que está pasando y si lo estoy haciendo bien. Mis inseguridades toman el control de un momento a otro y me cuestionó su realmente lo estoy haciendo bien o estoy metiendo la pata.

Es lógico que Damon sepa más de esto que yo, tiene una hija, y yo apenas se lo que es el sexo gracias a Richelle. Nunca lo practique, nunca me vi interesada en él pero justo ahora todo se siente extraño y bien a la vez.

Se aparta de mi boca unos centímetros, lo suficiente para poder verme a los ojos y me sonríe de medio lado al mismo tiempo que su pulgar acaricia mi piel de mi muslo por encima del pantalón.

— ¿Estas segura? – me pregunta.

Por un momento dudo, dudo de su en realidad estoy haciendo lo correcto, si realmente quiero tanto a Damon como para entregarme de esta manera a él y tomando en cuenta lo que acaba de pasar. Sus ojos me recorren el rostro en busca de una respuesta, una respuesta que me está costando mucho.

Me muerdo el interior de la mejilla y lo miro para asegurarme de que es él, de que es el Damon que a mí me gusta y el que se a preocupado por mi desde que llegue aquí, que no es el desquiciado sin escrúpulos que me mostró hace unos minutos. Me sonríe de medio lado, es una sonrisa tierna que me hace sonreír también y sin más asiento, le doy la respuesta que tanto busca y él también asiente antes de volver a besarme con ternura.

Le devolví el beso como pude, me sentia torpe pero a él parecia no importarle o si quiera notarlo. El corazón me latía a un ritmo irregular, desbocado. Mi respiración era un jadeo frenético y mis dedos se enredaban en su cabello. Podia sentir su cuerpo calido moldearse a las curvas de mi cuerpo y de pronto sentía demasiado calor.

La piel se me eriza cuando su lengua juega con la mia y mis pensamientos se vuelven borrosos, aquellas inseguridades de las que tanto me preocupaba se esfuman como una capa de humo y le rodeo el cuello con los brazos. Siento que necesito tocarlo, que necesito tenerlo más cerca de mi y con una de mis manos le recorro el pecho, se tensa bajo mi tacto pero no para de besarme y de acariciarme el muslo con los brazos.

Aparta su mano de mi muslo y quiero quejarme. No tarda mucho en llegar al borde de mi camiseta y se aparta para mirarme. Se que quiere asegurarse de que realmente estoy segura de esto pero comienza a ser un fastidio. Ignoro su mirada y tiro de él para poder volver a besarlo, es como una respuesta para él debido a que su mano sube por debajo de mi camiseta hasta el borde de mi sujetador, su tacto me quema la piel y me mareo.

Sus dedos se meten dentro del sujetador y vuelven a salir, recorre el borde del sujetador y me muevo debajo de él interesada de que me toque. Tiro del borde de su camisa y lo siento sonreir contra mi boca, me ayuda a quitarle la camisa y me quedo embobada mirandolo. Ya lo habia visto antes, muchas veces, pero ninguna en una situación como esta.

Imita mi accion y alza mi camiseta, estiro los brazos para ayudarlo y lo ultimo que logró ver es mi camiseta volar por los aires y caer en algun rincon. Me recorre el cuello con besos, besos humedos que me hacen jadear. ¿Por que se siente tan bien? ¿Por que no lo habia experimentado antes?

Tiro de su cabello cuando siento que sus labios succionan mi piel, una corriente eléctrica me recorre el cuerpo de pies a cabeza y se instala en mi vientre, me encuentro a mi misma deseando que me toque, de una forma o otra pero que solo lo haga.

RESILIENCIA #1 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora