No recordaba la última vez que había visto a Benjamín tan enojado. Caminaba de un sitio a otro por su oficina, como si no pudiera estar tranquilo. Respiré hondo relajándome por completo en su silla, lo mejor que podía hacer en esas situaciones era aguardar en silencio a que se controlara.
—¿Te das cuenta de lo grave que es esto? Camila y Mariano me metieron en un gran problema.
—Espera un momento, ¿lo estás dando por hecho?
—Las dos cabezas huecas que hicieron desastres en el desfile, los acusan a los dos.
—Acusan a Mariano, tú mismo me lo dijiste.
—Una de ellas admitió que habló con Camila —dejé libre su silla que ocupó al instante, quería encontrar la forma de mediar sin ser muy evidente.
—Pero es su palabra contra la de Cami, no puedes dar por hecho que está involucrada. ¿Hay pruebas? —pregunté mientras le daba un sorbo al trago que él había dejado abandonado sobre el escritorio.
—Pablo, no nos hagamos tonto. Si Mariano causó esto, Camila está involucrada, son inseparables. Te juro que no deja de sorprenderme lo rápido que se hicieron amigos, Mariano nunca se lleva tan bien con las modelos, por algo es el mejor en esta agencia, no involucra el trabajo con la amistad. O bueno, no lo hacía antes.
—¿Cómo piensas manejar esto? —Aunque ya conocía la decisión que había tomado, me animé a preguntar para medir el terreno.
—Por el momento suspendí todas las actividades que Camila tenía programadas... Estaba adentro del lanzamiento para México de la nueva colección de Chanel, es irónico todo lo que Mariano se esforzó para buscarle un espacio y sus acciones la dejan fuera.
—¿No te parece que tu postura es un tanto radical? Tú mismo te impresionas por lo bien que hace su trabajo Camila, dejarla fuera no me parece una buena idea.
—La justificas porque cuando se trata de ella no piensas con la cabeza de arriba. Camila es problemática, lo sabes.
—No lo voy a negar, es un poco difícil —admití. Justificar a Camila era complicado, en el poco tiempo que tenía en la agencia había hecho más desplantes que sesiones fotográficas—. Sin embargo, es una buena modelo, y lo digo pensando con esta cabeza. Puede hacerte ganar mucho dinero.
—Hacernos —me corrigió sonriendo—. No lo sé.
—Negocios son negocios, de verdad estoy pensando todo con la cabeza fría, Camila es de lo mejor que tienes aquí, reconócelo. Llama la atención de todo el mundo. ¿Has visto lo que logra cuando hace una pasarela? Imagina, estás sentado en primera fila viendo como pasan una a una las modelos, de repente todas comienzan a parecerte iguales, la misma expresión, el mismo tipo de cuerpo, y hasta el mismo andar, y luego aparece ella, una pelirroja que camina con seguridad y te mira con soberbia, Cami es despampanante, sus expresiones, su forma de detenerse al final de la pasarela, el cuerpo... ¿Has visto ese cuerpo? No me respondas, no deberías verlo. ¿Recuerdas cuando estábamos en la universidad y tú decías que querías dejar la carrera y poner una agencia de modelos?
—Lo recuerdo.
—¿Qué te motivaba a hacerlo?
—Las modelos de los noventas con las que nos queríamos acostar. Esas si eran modelos... Uff.
—Camila parece una, tienes una modelo así en tu agencia ¿y le quieres quitar oportunidades? —Se quedó callado por varios segundos hasta que finalmente comenzó a reír dejándome un poco desconcertado. No quería imponer una decisión por ello esperaba convencerlo con el viejo truco de la persuasión—. ¿De qué te ríes, imbécil?
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Escenas extra Malas Intenciones
RomanceUna joven y ambiciosa modelo dispuesta a todo para alcanzar el éxito, incluso a conquistar al peor de los mujeriegos que puede lanzarla a la fama o hundir su carrera. Escenas extra de Malas Intenciones narradas por Pablo.