Me resultaba extraña la actitud de Benjamín, estaba callado y un poco ausente, algo atípico en alguien como él, la mitad del tiempo se la pasaba riendo de cualquier cosa. Aunque sabía que algo andaba mal, opté por actuar con normalidad, siguiendo el hilo de su conversación dispersa mientras saboreaba el trago que me había servido. Me había llamado un par de horas atrás, preguntando mis planes de esa noche, aunque le había prometido a Camila ir a verla, decidí pasar primero por la casa de Benja, donde me había dicho que lo podía encontrar.
—¿Quieres otro? —preguntó al ver mi vaso vacío.
—No, voy a fumar. Necesito relajarme antes de llegar a la casa de Camila. Presiento que algo va a salir mal. Toparme con su papá va a ser un poco incómodo. ¿Quieres uno? —cuestioné al ver su mano extendida.
—Necesito relajarme, créeme.
Aunque era el momento de hacer preguntas, decidí no presionarlo, le ofrecí el encendedor que tomó luciendo un poco distraído. Me preocupaba su actitud, estúpidamente asumí que lo que fuese que estuviera ocurriendo tenía algo que ver con Camila.
—¿Entonces el papá de la diva te pidió así con todas sus letras que no la vieras?
—Tanto como pedir no, fue más una exigencia —respondí antes de dar una larga calada—. No quiere que ponga un pie en su casa, y Camila no deja de hacer berrinches porque no llego a verla a ese sitio.
—¿No le dijiste nada?
—No, no quiero que comience a tener problemas con el viejo malagradecido por mi culpa, acaba de salir de la cárcel, Cami lo extrañaba mucho.
—En algún momento se va a enterar, deberías decírselo.
—No tienes idea de como lo quiere. No encuentro como decirle que su papá me fue a buscar para exigirme que me alejara de ella. Esto la haría sentir mal, no quiero que pase por algo así.
—¿Qué le hiciste al viejo?
—Nada, el único argumento que me dio es que su hija es demasiado para mí. En serio, después de hablar más de diez minutos con él, comprendes un poco la actitud de Camila. Su papá le ha hecho creer que nadie la merece, él está convencido que nadie está a su altura.
—No puedes ocultarle un problema así por demasiado tiempo, tendrás que hacer algo.
—Sacarla de esa casa lo más pronto posible.
Que comenzara a reír me despreocupó un poco, se estaba comenzando a relajar como era mi objetivo, necesitaba que sea lo que fuese que tuviera por decirme, lo soltara rápido. No quería llegar tarde a casa de Cami.
—¿De verdad se lo pediste?
—Sí, dirá que sí, la conozco. Tal vez no ahora, ni dentro de una semana, a lo mejor en meses, pero terminará cediendo. Conozco a Camila, la idea no le disgusta, pero le da miedo por la reacción de sus papás.
—Si termina cediendo pronto pensaré que está loca. Es la idea más precipitada y poco inteligente que has tomado —aseguró tras ver el gesto de reproche en mi cara—. A penas llevan meses juntos, no la conoces lo suficiente... ¿Por qué te ríes, imbécil? Juro que no entiendo tu desesperación. ¿La embarazaste y no me has dicho nada?
—No, todavía no. ¿No puedo solo querer vivir con ella?... Espera un segundo —dejé el cigarro a un lado para concentrarme solo en Benja, de repente reaccioné a sus palabras—. ¿Pamela está embarazada? Hace dos días dijiste que estabas considerando que se mudara, siempre te has negado a algo igual, y luego me haces esta pregunta.
—Deberías fumar esto más seguido, te hace más listo.
—¿De verdad está embarazada? —No pude controlar mi exaltación, me estaba riendo a carcajadas por la expresión de desconcierto en su cara.
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Escenas extra Malas Intenciones
RomanceUna joven y ambiciosa modelo dispuesta a todo para alcanzar el éxito, incluso a conquistar al peor de los mujeriegos que puede lanzarla a la fama o hundir su carrera. Escenas extra de Malas Intenciones narradas por Pablo.