Escena extra, capítulo treinta y tres

8.5K 959 169
                                    

—El contador en la línea de nuevo.

Dejé caer la cabeza sobre el escritorio, evidenciando lo agotado que me encontraba esa tarde. No solía permitir que la tensión me dominara, sin embargo, me era imposible ser indiferente ante la cantidad de problemas que tenía encima. Los pasos de Mile se detuvieron frente a mi escritorio, sonrió con compresión al mismo tiempo que me entregaba el teléfono.

—Dile que le devuelvo la llamada en veinte minutos.

La intención de Milena de abandonar la oficina, se quedó a medias gracias al sonido que hizo la puerta al ser abierta. Se movió hacia un lado dejando mi campo visual despejado, fue entonces que pude ver a Benja, quien asomaba la cabeza mostrando una sonrisa.

—¿Nunca has considerado ser modelo, Mile?

Milena se limitó a sonreír ante el comentario, avanzó hacia la puerta que cruzó después de saludarlo, dejándonos finalmente solos. Me relajé sobre la silla mientras Benjamín se acercaba, me resultó extraña su presencia, habíamos quedado de vernos por la noche.

—¿Cómo se siente el futuro papá esta tarde?

Estrechó mi mano ampliando su sonrisa, desde que las sospechas de embarazo de Pamela se confirmaron, había aprovechado cada oportunidad para molestarlo. Era evidente que se sentía intimidado con la noticia, aunque no lo reconociera ni para él mismo.

—El futuro papá —repitió pensativo—. Preocupado, aún los papás de Pamela no están al tanto de las buenas nuevas, no imagino como van a reaccionar... ¿No le contaste a Camila, cierto?

—No, no lo hecho.

—No me veas así, si no quiere que se entere es por Mariano. Mientras no sepamos que va a pasar con sus campañas no queremos que nadie se dé cuenta en la agencia... Pamela tenía más trabajo que nunca.

—Deja de pensar en la agencia, tendrás un hijo.

—Lo sé —reflexionó tras un suspiro—. ¿Ya estás listo? ¿Nos vamos?

—¿Dónde?

—Quedamos de vernos con Luis Carlos, su vuelo debe estar por llegar —agregó tras ver su reloj.

—¿No se suponía que estaría aquí hasta la próxima semana?

En lugar de responderme se echó a reír como el imbécil que era.

—¿Dónde tienes la cabeza? Hablamos de esto hoy temprano, Luis Carlos quería ir directo a la agencia, te expliqué que es mala idea por Pamela y tú ofreciste tu departamento.

—¿Sí?

—¡Mile! —le llamó en voz alta. De inmediato Milena asomó la cabeza por la puerta—. El idiota de tu jefe no recuerda lo de Luis Carlos, ¿lo puedes poner al tanto de todo?

—Ya lo recordé —aclaré—. Tengo muchas cosas en la cabeza, no lo había olvidado del todo, me tomas desprevenido. De hecho cité a Braulio, ¿te confirmó que vendría? —mi dirigí a Milena.

—Sí, en quince minutos tendría que estar aquí.

—¿Por qué citaste a Braulio?

Esperé a que la puerta fuera cerrada de nuevo, para poder explicarle a Benjamín el motivo por el cual esperaba al administrador de mi edificio.

—Seguro Luis Carlos también lo habló contigo, no quiere quedarse en un hotel por un mes.

—Sí, quería quedarse conmigo, pero le dije que no podía. Pamela está embarazada, debo evitarle disgustos.

—También me pidió lo mismo, le ofrecí un departamento, en el mío no puede quedarse.

—¿Por qué?

Escenas extra Malas IntencionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora