Escenas extra Malas Intenciones

Escena extra, capítulo veintiocho

Estaba hipnotizado observando como Camila bailaba, su fuerte carcajada se escuchó pese a la música que sonaba. Luciana intentando imitarla provocaba el sonido agradable que salía de sus labios. Aunque habían pasado varias horas, la sorpresa no se diluía del todo. Jamás esperé algo así, Cami había ocultado muy bien lo que estuvo tramando.

—Mira a Lu —dijo Benja mientras me ofrecía otro trago.

—¡Luciana!

Mi Lu me escuchó, pero decidió ignorarme, me dio la espalda para continuar moviendo la cintura al ritmo de la música, con Camila, Pamela y Mariano. Me disculpé con Benjamín al ver a Nicole a unos cuantos pasos de la mesa. Mantenía la vista fija en Lu, con una expresión indescifrable en el rostro. Me acerqué con prudencia, esperando que estuviera más tranquila. Con ella no sabía qué esperar.

—Nicky.

—Nicole para ti —respondió hostil—. Pablo, no me hables. No quiero verte. No me he largado de este lugar por Luciana.

—Lamento mucho lo que pasó.

—¡No quiero hablar de eso!

El súbito aumento de su voz llamó la atención de un par de personas que caminaban cerca. Respiré hondo al mismo tiempo que acortaba solo un poco la distancia. Había sido recibido con una pelea, aunque Cinthia ya no se encontraba en la fiesta, mi hermana seguía igual de molesta.

—Está bien... gracias por estar aquí, y por no haberte ido. Lo valoro mucho.

—Me vi obligada a venir, no agradezcas. La zorra es astuta, no soporta a mamá, aun así la llamó para que me pidiera traer a Luciana.

Aunque mi hermana estaba molesta no pude evitar sonreír, Camila había hecho cosas por mí que no esperé nunca.

—Cami, es muy linda.

—Es lista, mira todo lo que hace para quedar bien contigo.

Su seriedad no le otorgó credibilidad, no pude tomar en serio lo que decía, porque sabía a la perfección que Camila no había hecho todo por quedar bien conmigo.

—No lo hizo por eso, y lo sabes. Ella no es así, Cami no finge nada.

—Lo único que sé es que le gusta tu dinero. Por eso hizo esta fiesta con comida horrible, y gente estúpida. Tus amigos me caen tan mal.

—A ti todo el mundo te cae mal.

Verla sonreír mientras asentía fue extraño. Hacía mucho tiempo que no me dedicaba un gesto así de amable. Le clavé la mirada sin miedo, recordando cómo eran las cosas antes entre los dos, lamentándome en silencio por como nuestra relación se había roto.

—Iré a sentarme con mi mamá por un rato, no quiero dramas más tarde. No dejes que Luciana pase mucho tiempo con Camila —asentí desganado, observando como se alejó un par de pasos, volteó y me observó antes de aclarar la garganta—. Feliz cumpleaños.

—Gracias... te quiero y te extraño mucho.

No me dejó ver su reacción ante mis palabras, volteó y se alejó con prisa, dejándome con una sensación pesada en el pecho. Nicole no tenía idea de lo mucho que la extrañaba.

Regresé a la mesa con Benjamín, quien parecía estar esperándome con ansias. Hasta ese momento, era el único que sabía los pormenores de la pelea con mi hermana, y lo mucho que me dolía nuestro distanciamiento, por ello se mostraba interesado.

—Pensé que te gritaría. ¿Sigue enojada?

—Sigue enojada, pero no quiere hablar al respecto. Entiendo que mi mamá quiera que todos volvamos a hablarnos como antes, pero traer a Cinthia fue una pésima idea, eso solo complicó las cosas. Se fue llorando, Nicole está molesta y yo incómodo.