Capitulo 5: Reencarnación

121 14 0
                                    

—¡Al fin despertaste Terra!

Después de que mate por accidente a una gran parte de la humanidad, reencarne como un bebé humano en algún pueblo que desconozco.

—Realmente tiene una cara sería para ser un bebé.

—¡Tal vez sea una señal! Dicen que los bebés recién nacidos que actúan muy diferente a los normales nacen con habilidades especiales.

Si supieras madre... a por cierto, ahora mi nombre humano es Terra. Desconozco las razones de porque me dieron un nombre así, pero al menos no suena feo, aunque si bastante infantil a comparación de mi antiguo nombre.

Después de holgazanear por tanto tiempo, decidí pensar en mi futuro.

Ahora soy una humana, pero eso no quiere decir que no pueda volver a usar mis poderes. En este mundo los "Celestial" dan bendiciones a los humanos para que puedan usar algún elemento de la naturaleza a su favor: tierra, agua, aire, fuego, rayo, etc... Hay una gran variedad.

Yo era una divinidad de la tierra, así que es probable que pueda tener la bendición de la tierra, dado que soy muy compatible con ese elemento. Eso significa que puedo al menos defenderme de cualquier persona que quiera atacarme de manera decente.

Sin embargo ahora soy un bebé, así que no puedo hacer nada.

—Es hora de comer Terra

Mi madre humana comienza a mostrarme sus grandes tetas desvergonzadamente.

No tengo opción, sin embargo... Las tiene más grandes que las mías cuando era diosa ¿Quizás herede esa característica cuando sea grande?.

Mi madre es muy hermosa, una mujer de cabello lacio y de color azul. El color de sus ojos son de un rojo vivo.

—Mira, Terra te está mirando fijamente.

El que acaba de hablar es mi padre humano. A simple vista parece una persona promedio... Un hombre de cuerpo atlético con cabello negro y ojos negros. Si el estuviera alrededor de una muchedumbre, probablemente lo confundiría con otra persona.

—Ahora me está mirando fijamente ¡Que linda!

Ahora está sonriendo con una cara tonta, bueno al menos este padre siempre está conmigo, pero probablemente se vaya a trabajar para mantener a su esposa, eso hacen todos los padres humanos.

Dejando de lado el tema de mis padres, estaba pensando a futuro sobre mi vida, en los cuales mi meta principal era volver a ser una diosa.

Para que un mortal sea un dios se dispone de tres métodos. El primero es que un dios de alto rango te convierta en uno. El segundo método es uno mas violento, consiste en matar y consumir varias almas humanas para que puedas obtener un alma comparable a un dios y, acto seguido, realizar un ritual para convertirte en un Dios Demonio. El tercer metodo es consumir el alma de un dios, pero no es muy recomendable, debido a que el alma del dios en cuestión debe de ser de un rango alto, o sino cazar y devorar el alma de varios dioses menores para compensarlo.

El primer método es difícil, un dios ancestral viaja entre dimensiones, osea que son muy difíciles de localizar. Se dice que incluso las deidades que controlan el espacio tienen problemas para localizar a solo un dios ancestral.

El segundo método es un suicidio, si los Celestial descubren que voy a causar un genocidio a la humanidad, no solo me van a matar, también van a destruir mi alma, y mi padre de seguro no va a intervenir si descubre que su hija se volvió un dios demonio, y es imposible ganarle a el.

El tercer metodo es razonable, pero la diferencia entre un humano y un dios de rango bajo es muy considerable. Los que se encargaban de realizar estos actos eran un grupo de deidades que estaban obsesionados con el poder, y la manera más rápida de ser más fuerte era matando a otros dioses. Su apariencia era la de un ángel, y su mayor sueño era ascender a dioses ancestrales y que nadie estuviera por encima de ellos. Sin embargo un dia fueron derrotados en una batalla legendaria conocida como el Ragnarok, y fueron desterrados en un plano existencial donde se rumora que vivían seres divinos tan poderosos que un dios ancestral era un simple humano al lado de ellos... Aunque a existido el rumor de que todavía existe al menos uno de ellos en nuestro universo que no fue desterrado. Imaginar con la posibilidad de que uno de ellos siga vivo y este oculto, tratando de realizar su venganza contra los dioses da miedo.

—¡Oh vaya! Parece que te orinaste Terra, tendré que limpiarte.

...Pensándolo bien, ¡Ahora soy una simple humana! ¡No puedo hacer nada contra deidades! No debería tener miedo, ¡no no no...!

La Humanidad de una CelestialDonde viven las historias. Descúbrelo ahora