La Humanidad de una Celestial

Capitulo 32: Necrofantasia

¿Dónde estoy?

¿Morí?

¿Aquí acaba mi vida en ese mundo?

Yo, la que fui llamada la hija prodigiosa de Amaterasu... Acaba de morir.

Todo lo que veo es una profunda oscuridad que es tan fuerte como el de un agujero negro.

Ah... Esto apesta...

No quiero perder mi cuerpo físico...

Y... De alguna manera, quiero proteger a mi familia humana...

Mamá... Realmente te amo...

Al ser una existencia que nunca conocio a una madre cuando era diosa, realmente me alegraba la idea de tener una.

Y papá... Aunque era difícil verte en la casa, al menos te esforzabas por mantener a mi mamá y a mi...

Pero ahora es inútil...

Solo me queda ir a conocer a la gran Yama y cruzar el río Sanzu.

...O eso es lo que se suponía que pasaría... Pero en su lugar veo a alguien en esta profunda oscuridad.

¿Cuando llegó? Jamás me di cuenta. Simplemente... Apareció...

Una mujer peliroja

tenía un vestido bastante parecido a los que usamos los celestial, aunque el de ella era de color violeta y no azul como normalmente son los uniformes de los Celestial.

Normalmente el color violeta o púrpura eran considerados los colores de la realeza, sin embargo, jamás había visto a esta mujer en el cielo.

Su apariencia es muy elegante.

-Hola, ¿Cómo te va?

¿Me acaba de hablar? Madre mía, pensaba que con esa apariencia me iba a hablar de una manera sería y digna...

-No tengo necesidad de eso... Bueno, antes lo hice con tu padre, pero antes de despedirme de el me dijo unas palabras que me hicieron cambiar de opinión...

¿Espera? ¿Lees la mente?.

-Si.

Bueno... Entonces ¿Podrías decirme dónde estoy?.

-Estas en la delgada línea entre la vida y la muerte, la frontera entre lo físico y lo espiritual.

Entonces ¿Estoy muerta?

-No realmente...

¿Sigo vivía?

-Tampoco...

¿Entonces? ¿En qué estado estoy?

-...Alguna vez me pregunte lo mismo que tú... ¿Qué soy? ¿Estoy viva? ¿Estoy muerta? Pase varios años encontrando la respuesta, pero al final decidí que no estoy en ninguna.

¿Cómo es eso posible?

-En tu caso es porque eres mitad dios y mitad humana, este mundo no está diseñado para que exista un límite entre los dioses y mortales... Así que eres como un glich de un videojuego.

Ah ya veo... Espera ¿glich de un videojuego?

-Ah... Olvídalo... Nada importante...

Bueno... Entonces, si no estoy muerta ni viva ¿Significa que vagare por toda la eternidad en los límites de la vida y la muerte?

-Mas o menos... A menos que puedas escapar de este lugar por tus propios medios.

Ya veo... ¿Me ayudas?

-Ni siquiera conoces mi nombre y ya me estás pidiendo un favor... Bueno, en primer lugar no esperaba nada de modales contigo así que no me sorprende, pero tenía una ligera esperanza...

Perdona... ¿Cuál es tu nombre?

-Akami Borderlife... Aunque creo que ustedes me llaman como el gran dios ancestral que les dio la divinidad...

¡¿Que?! ¡¿Eres tú?!

-En persona, un gusto conocerte Terra... Oh, perdón, no sé si prefieres que te llame con tu nombre de diosa, Tenshi Yurehime.

No, descuida, realmente me da igual...

-Jajaja, realmente me agradas muchísimo.

Entones ¿No me vas a ayudar?

-Hmm... Realmente deje de meterme en los asuntos de este mundo a propósito... Así que lo siento, no puedo hacerlo.

¿Qué?

-No te voy a ayudar.

¡¿No se suponía que eras la diosa ancestral misteriosa que aparece de la nada y me revive por arte de magia gracias al poder de los protagonistas?!

-Que asco, ni que fuera un Isekai genérico de una novela ligera.

Ah... Que mal ¿Ahora que voy a hacer?.

-Mmm... Supongo que te puedo dar un poco de información... Ya lo demás depende de ti.

Bueno... Peor es nada.

-Ni que lo digas...

Dame la información.

-Cuando el límite entre la vida y la muerte es removido, no estás vivo ni muerto, es como si estuvieras en la brecha entre ellas, una Necrofantasia...

¡Espera! ¡No te vallas Akami!

Después de eso, esa diosa abrió una brecha y se fue del lugar.

...Bueno, supongo que tendré que resolver este acertijo...

Vaya diosa más rara adora mi padre...