—¡Terra!
—Hola...
Justo ahora acabo de llegar a mi casa, sin embargo me saludo el niño que conocí en la iglesia.
Su nombre es Rend, un mocoso con pelo y ojos de color verde como el pasto, y que no paraba de intentar jugar conmigo. Decía cosas inútiles como ir a jugar a las escondidas, o incluso ir a pasear al campo. Realmente no entendía porque su obsesión conmigo, aunque... Es solo un niño, su importancia es incluso menor al de un adulto, además es débil ante mi, ya que su bendición es la del fuego, y la tierra apaga su fuego.
—Rend voy a ir directo al grano. Quiero conocer a tu familia.
Si... La razón por la que invite a este chico a mi casa es porque su familia a venerado la montaña Izumo durante generaciones. Si no me falla la memoria, recuerdo una vez a mi padre decir que no iría a esa montaña por aquel "cabeza hueca llena de chispas". Sin dudas esa montaña tiene que ver con el hermano de mi padre, el dios Susanoo. Cómo mi hermana dijo que parte de la prueba era buscar a Susanoo, ¡cualquier información sobre el paradero de Susanoo me viene de perlas!.
—¿Eh...? Ni siquiera hemos cenado. Tu madre está preparando la comida para mí... ¡Mínimo juega conmigo!
Que molesto. Pero no tengo opción, tengo que tratar bien a este chico.
—Tu ganas, vamos a jugar.
—¡Si!
Acto seguido me puse a jugar con el por dos horas. Sin embargo fue muy aburrido para mí. Allí me di cuenta que en realidad jamás me consideré una niña, había pasado esa etapa hace bastante tiempo en el cielo. De hecho, si lo piensas bien en términos humanos tengo la edad mental de una anciana...
De alguna manera eso me molestó y terminé por disfrutar el juego de pelota de este mocoso. No entiendo porque me surgió ese sentimiento...
Después de terminar de jugar con el niño y cenar un poco de pan dulce que preparó mi madre, procedí a hablar con este niño del tema en cuestión que me interesa.
—Entonces ¿Podrías hablar con tu familia para que pueda reunirme con ellos?
—Claro, sin embargo, dudo mucho que una niña de 10 años le den permiso de ir a la gran montaña Izumo.
—Me lo temia... Sin embargo intenta convencerlos por favor.
—...Lo intentaré... Eres muy interesante, no pareces una niña, eres como mi hermana mayor, igual de sería. Bueno, me despido, ¡Te veo mañana en la iglesia!.
...Realmente soy una ruca en el cuerpo de una niña.
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Estaba sentada en lo alto de un árbol vigilando su hogar. Sin embargo, no esperaba que me encontraría con esa escoria...
Sin embargo no tengo opción... Hace mucho tiempo que tome una decisión, y si necesito matar a mis parientes, lo haré sin vacilar...
Cuando llegué a mi choza y procedía a dormír, volví a tener la misma pesadilla...
Una donde mi querida familia moría delante de mi...
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La Humanidad de una Celestial
FantasyTenshi Yurehime es la hija rebelde y malcriada del líder del clan de los Celestiales, deidades protectoras de los humanos que se encargan de luchar contra los demonios y dioses que quieren acabar con la humanidad. Ella no logra comprender porque su...