La Humanidad de una Celestial

Capitulo 40: La Diosa de los Límites y los Humanos

Después de hablar con Akami, desperté. Me siento como si no hubiera dormido, pero a la vez mi cuerpo se sentía lleno de energía; es una sensación extraña.

Me vesti y me fui directo a mi hogar.

-¿Vas a algún lado Terra? -dijo Kaira que al parecer estaba preparando algo de comer.

-Ahorita vuelvo, tengo que ver algo en mi hogar.

-Esta bien.

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Llegué a mi hogar.

Estaba hecho un desastre, el techo tenía un agujero y todas las ventanas se encontraban rotas.

Sentía que mi corazón ya no podía más... Pero necesitaba entrar para aclarar mis dudas.

La sala estaba decorada de arreglos festivos por mi cumpleaños.

Al seguir observando los alrededores pude observar un vaso que contenía un líquido café.

-Debe ser un regalo de mi madre, un helado de chocolate.

Después de sonreír un poco, procedí a revisar mi cuarto para guardar todo lo que me sirviera. Entre esas cosas importantes estaba algo de monedas, mi diario y el durazno especial.

Luego de recoger todo eso en mi bolsa, procedí a buscar algo importante en el cuarto de mis padres.

A primera vista se nota que es un cuarto bastante normal, no tiene nada en especial. Vi el armario de mi madre y, salvo el vestido de novia de su boda, todo se encontraba en su sitio.

Cheque por todo el lugar, pero no encontré nada especial.

Decepcionada, procedí a irme del cuarto, cuando de pronto pude observa aquella caja adornada de forma extravagante debajo de su cama.

¿Qué podría ser? La curiosidad me invadió y la agarre. Al abrirla me di cuenta que era... Una foto mía.

¿Qué significa esto? Espera, esa no era la única cosa que estaba en esa caja. Me di cuenta que se cayó algo en ella...

Una hoja que tenía pegado una piedra azulada... Esa piedra la conosco, es un lapislázuli.

La hoja tenía escrito algo, a juzgar por la letra, es el de mi padre humano. Decía lo siguiente:

"Mi mayor felicidad fuiste tú, incluso si no eh sido el mejor padre para ti o me llegues a odiar, jamás dejaré de quererte. Con amor: Papá".

-...

No tengo palabras para reaccionar a sus palabras... Ahora siento como la estaca que estaba atormentando mi corazón se ha ido...

Procedí a irme de mi casa, pero afuera me encontré con una invitada inesperada.

Una mujer mayor que tenía el pelo rojo y un vestido púrpura con bordes blancos y una postura decente.

La conosco... Es Akami Borderlife.

-Vaya Terra, parece que tus pensamientos han sido aclarados -Contestó con un tono modesto.

-¿Qué haces aquí?

-¿No es hermoso? Los cantos de los pájaros...

¿Qué rayos está diciendo?

-A propósito... ¿Te sientes mejor? ¿Ya has tomado tu decisión? Después de todo ese dolor intenso que tenías en tu alma al pensar en los humanos se ha ido...

-Creo que si...

Ella es muy sabía, es como si fuera a hablarle a una amiga de toda la vida, justo como Mima, la diosa de la imitación que conocí cuando apenas tenía 7 años.

-Creo que ya te diste cuenta, pero de todas formas me gustaría recalcarlo: los humanos son débiles... Aun así, en la debilidad existe su fortaleza...

-¿Qué quieres decir Akami? No lo entiendo.

-Es simple, la necesidad es la madre de los inventos ¿Quién se preocuparía por evitar morir si tienen Inmortalidad? Aquellos dioses que tienen esa habilidad jamás han sufrido esa preocupación... Pero los humanos si, y es por eso que son más peligrosos que los mismos dioses. Crean, inventan, se ingenian para superar sus límites hasta alcanzarlos...

Viéndolo de esa forma, tiene algo de razón. Si un dios estuviera al borde de la muerte, estoy segura que se volvería más fuerte, tratando de evitar aquel destino...

-Yo amo a la humanidad, no importa si son malos o buenos, todos brillan por si solos como estrellas en el cielo nocturno. Todos tratan de superar sus problemas, sus inquietudes, sus deseos egoístas, sus ambiciones, sus cargas... Pero siempre intentan hacer lo que creen que es valioso para ellos... y ese lapislázuli que traes es la prueba de ello ¿Verdad Terra?

Me dió un duro golpe... Pero Akami tiene razón.

-Y bien ¿Ya decidiste que vas a hacer?

-Si, voy a rescatar a mis seres queridos.

Luego que le contesté, ví que ella sonrió al verme.

-No te dejaré sola -Dijo Akami con bastante seriedad.

-Preferiría que si, necesito tiempo a solas ¿Si?

-No puedo, se lo prometí a tu padre Amaterasu.

-...Está bien.

-Bueno creo que es momento de despedirnos Terra.

Justo cuando terminó de hablar, escucho unos pasos a lo lejos de nuestra ubicación actual.

-¡Oye Terra! ¿Qué estuviste haciendo? Te tardaste bastante en regresar...

Esa voz la reconocería a kilómetros. Era Kaira.

-Quién es esa señora pelirroj...

En ese momento Kaira se detuvo al observar a Akami...

-Oh vaya vaya, es Kaira...

La respuesta de Akami fue de alguien que ya había visto con anterioridad. Hasta le dijo su nombre, lo cual es raro ya que ella jamás me contó sobre la identidad del dios ancestral de los celestial, lo cual es normal, ni siquiera ellos mismos la han visto...

Esto es extraño...

La cara de Kaira estaba llena de terror, como si se le hubiera subido el muerto.

-Bueno, me retiro. Cuídate Terra, ¡te deseo la mejor de las suertes!

-¡O-oye espera!

Es inútil. Esa vieja abrió una brecha y se fue del lugar.

¿Por qué Kaira está muerta del miedo? Parece como si se le hubiera aparecido el mismísimo Nyarlathotep.

Este era un dios que aparece escrito en un libro en nuestras bibliotecas del clan de los celestial llamado "Dioses Parecidos a los de Howard Phillips Lovecraft" escrito por el dios ancestral de nuestro clan. Se dice que al solo verlo te causará locura.

Si ese libro lo escribió Akami ¿Será que ella tiene esa habilidad? No lo sé, pero no creo, ya que según ella, ese libro fue escrito para el entretenimiento, por ende aquellos dioses no existen ¿Verdad? Jajaja...

Bueno, dejémonos de charlas internas y procedamos a hablar con Kaira.

-¿Te encuentras bien?

-Ah... Si...

La escuché bastante tímida, algo raro de ella.

-¿Ya la conocías?

-No... pero por alguna razón, al verla sentí algo en lo profundo de mi corazón que me paralizó al instante... Dime Terra ¿Quién es realmente esa mujer?

No sé si debería decirle la verdad, pero creo que es sensato decirle que no es una enemiga.

-No te preocupes, ella es una aliada, es la líder de los celestiales, se llama Akami.

-Akami...

Se quedó diciendo ese nombre en voz baja.

Creo que lo mejor es cambiar los aires e irnos de aquí.

-B-bueno, en cualquier caso, vámonos de aquí Kaira...

-Ah... Si...