OBEY - [HaruKyu]

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Asahi seguía caminando mientras buscaba a Haruto para que le ayudara con algunas cosas y se presentara con Lisa para su pase de asistencia.

— Junkyu... — llamó al ver al mayor junto a Jeongwoo y Junghwan recolectando algunos frutos. Esperaba ver a Haruto ahí.

— Hola, ¿qué sucede? — preguntó volteando a él.

— Haruto... ¿No está contigo? — preguntó confundido.

— No, Haruto salió junto a Yedam a comprar un par de cosas en el pueblo. — respondió. — ¿Es que no recuerdas? Tú los enviaste.

Asahi volteó extrañado por la respuesta. No faltaba absolutamente nada y él jamás los envío.

— Si... Ya lo recuerdo... — respondió. ¿Y ahora dónde se había metido? Y si no le dijo a Junkyu, significaba que no tenía nada que ver con él. — Tengo que salir, cuando regrese sólo díganle que lo buscaba, y que hablamos por la noche.

— Lo haremos. — respondió Jeongwoo.

Asahi regresó su mirada a los cestos, aún faltaban algunos por llenar, Junkyu estaría ocupado un buen rato.

— ¿Y Jihoon? — preguntó.

— Está con Yoshinori ayudando a hacer los nuevos cestos y arreglarán una carreta. — respondió Junghwan.

Así que ambos estarían ocupados por un buen rato.

Asahi se fue sin despedirse mientras se quedaba pensando en si podría entrar a la habitación de los dos. Sabía que estaba solo en su idea, así que debía ser cuidadoso con lo que hacía, nadie lo ayudaría, pero si lo hacía y encontraba algo que involucrara a ambos finalmente podría sacarles la verdad sobre su identidad y tal vez poco más.

— Es extraño. — susurró Junghwan.

— Sólo me odia. — respondió Junkyu tomando otro cesto.

— No te odia. — habló Mashiho acercándose. — Es que no sabe nada de ustedes, tiene curiosidad y al no tener respuesta se molesta. Estoy seguro de que le agradas, sólo no quiere demostrarlo. Por favor, ¿Quién podría odiarte? Eres tan lindo.

— Luces como un príncipe. — dijo Jeongwoo acomodando el cabello del mayor. — No puedes decirme que no eres uno, realmente no te creía.

Junkyu sonrió un poco extrañado por lo dicho.

— Si fuera el príncipe no estaría aquí. — dijo Mashiho riendo junto a Junghwan.

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— Si mi bola de cristal cae en manos equivocadas el paradero de los príncipes podría ser revelado. Si los encuentran no habrá otro heredero. ¿Entiendes porque necesito encontrarla? — preguntó Yedam mientras buscaba entre los cajones de algunos muebles.

Haruto lo ayudaba buscando en otra parte, pero tampoco encontraba nada.

— Lo entiendo, sólo ¿Por qué no la buscas tú con alguna visión o algún hechizo? — preguntó confundido.

— Porque es un objeto mágico. No puedo interferir con objetos así. Podría buscarla buscando con mis posibles sospechosos, pero robar un objeto mágico sin ser poseedor de un espíritu que corresponda a la magia es un pecado, viola las leyes naturales del reino y cuando eso pasa mi magia no puede interferir en esas personas. — respondió moviendo un par de libros.