Llevaban esperando casi una hora, el consejo asiático real no estaba contento ¿Por qué el monarca sustituto estaba tardando tanto para su encuentro?
Cinco eran los presentes, las máximas autoridades de toda la provincia asiática.
Empezando por Kwon Jiyong, el gran emperador de todo Asia, máxima autoridad de la misma y su propio representante.
Seguido de él tenemos al regidor de los reinos asiáticos en el norte, Lee Seunghyun.
En el este tenemos a Kang Daesung.
Por el oeste a Dong Youngbae.
Y gobernando al sur tenemos a Choi Seunghyun.Jiang Mao sabía de los problemas que podría tener al dejarlos esperando por tanto tiempo, pero si quería que los cinco cayeran en su juego debía ser cuidadoso en cada cosa que hacía.
— Su señoría... ¿Desea...? — el sirviente fue interrumpido cuando Jiyong tronó los dedos.
Los cuatro regidores se levantaron. No esperarían ni un segundo más.
En ese momento las puertas se abrieron. Jiyong detuvo el andar de los demás indicándoles que de nuevo tomaran asiento para escuchar lo que Mao tenía que decir.
Finalmente Jiang Mao entró, siendo ayudado de uno de los sirvientes y sosteniéndose de un bastón para poder andar. Haruto le había dado un fuerte golpe que le había dejado con el tobillo mal herido.
— Me disculpo con todo el honor que tengo por la larga espera que los he hecho pasar. Como han visto, mi reino está en una horrible crisis. Hemos sido atacados por la noche. — habló Jiang Mao postrado de rodillas ante los presentes.
— ¿Qué sucedió? — preguntó Youngbae mirando atentamente a pequeñas heridas de grados menores en su rostro.
— Bandidos nos atacaron. Plantaron un explosivo y el río se desbordó. La mina más importante de mi reino se ha inundado y muchos ciudadanos se han quedado sin hogar. — respondió. — Sus grandezas, me alegro en mencionar que estoy solucionando el problema justo ahora.
— Bandidos ¿Eh? — Lee Seunghyun se levantó de su lugar mientras caminaba alrededor del gran salón. Miró a los cuadros de los mismos paisajes del reino hasta toparse con el del pantano a la caída de la cascada. — Creí que había resuelto ese problema.
— Su solución fue la expulsión de Park Roseanne. Dígame ¿Falló? — agregó Youngbae.
— La bruja del reino, desterrada por atentado de terrorismo contra la corona. — recordó Choi Seunghyun. — Presunta culpable del asesinato de los reyes y del atentado que dio como resultado al escape de los príncipes.
— ¿Y qué hay de ellos? — Daesung acompañó a sus colegas empezando a caminar por el salón mientras se acercaban lentamente a él y sin perderlo de vista.
Jiang Mao evadía sus miradas volteando a otros lados a la vez.
Jiyong odiaba esas actitudes. Dio un golpe sobre la mesa a la que estaba sentado.
Los cuatro regidores callaron, y al igual que el monarca, voltearon hacia el emperador.
— ¿Dónde están los príncipes? — preguntó Jiyong con un semblante oscuro y una mirada profunda sobre el de menor carácter.
— Yo, personalmente estoy al tanto del seguimiento de ambos y...
Jiyong se puso de pie. Tomó la mesa y la empujó a un lado hasta que esta se estrellara contra la pared.
— ¡¿Dónde están los príncipes?! — gritó.
— Aún no hay respuestas... — respondió con apresuro.
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OBEY - [HaruKyu]
Fanfiction«En medio de toda la sangre derramada un amor imposible nació entre un rebelde y el próximo heredero al trono» "-Si no puedo estar contigo, estaré a tus pies entonces." -HaruKyu -Omegaverse