OBEY - [HaruKyu]

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— ¿Cómo sabes tanto sobre el castillo? — preguntó Yoshinori manteniendo la mirada al frente.

Para ellos habían elegido un medio de transporte más sutil que pasara completamente desapercibido. Una carreta con algunas donaciones, ya que aquel día también solían hacerse. Yoshinori estaba al frente sobre el caballo, mientras que Jihoon y Mashiho fingían acomodar tales cosas, con los rostros completamente cubiertos y vestidos con harapos.

— Ya se los dije. Yedam nos ayudó con eso, fue difícil pero finalmente aprendí los caminos, sobre los pasillos y puertas secretas. — respondió Jihoon.

— Vaya. — habló Mashiho. — Es bueno tener un amigo como tú. Cuando todo esto termine y el pueblo vuelva a ser libre, deberías venir con nosotros al área de infraestructuras. — dijo. — Antes de que todo esto pasara, nosotros trabajábamos para los reyes, creando proyectos y haciendo planes de lo que majestad es nos ordenaran.

— Nosotros eramos aprendices aún, así que sólo hacíamos planos. Tú pareces tener buen ojo en eso. Sería fantástico que vinieras con nosotros. — dijo Yoshinori. — Claro, si es que recuperamos nuestro trabajo.

— Lo harán. — respondió Jihoon con una sonrisa. — Confíen en mí. — dijo mostrando una sonrisa.

En toda su vida, Jihoon jamás tuvo un amigo. Era el príncipe, y era un alfa, desde pequeño se le inculcaron asuntos de un príncipe, porte, caracter, visiones de crecimiento económico, comportamiento con la sociedad así como con las diferentes clases y sus representantes. Toda su vida fueron ordenes que debía cumplir, finalmente sentía que tenía la vida de un joven normal. Finalmente sentía que tenía algún amigo, y no sólo uno, Yoshinori y Mashiho se habían vuelto realmente sus mejores amigos.

No creía que duraría tan poco su felicidad a partir de ese momento.

Haría lo que sea por sus nuevos amigos.

¿Serías capaz de entregarte si fuese la única forma?

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— Sólo hazlo. — señaló Jeongwoo.

Junghwan tomó la jeringa que le había dado con una dosis de adrenalina. Es peligroso inyectar a alguien si jamás lo haz hecho, y aún peor es inyectar adrenalina sin saber como manejarla, inyectar de más o de menos era peligroso para el sujeto. Y esa era la única forma de despertar a Yedam en ese momento.

Junghwan hizo lo ordenado y Yedam despertó en un momento teniendo un horrible mareo qué le nubla a la vista.

— Asahi... — el mencionado volteó discretamente hacia donde provenía aquel susurro, pero no veía nada. Se encontraba atado, así que no podía ver muy bien hacia todo a su alrededor.

Y finalmente vio a Jinhwan escondido detrás de algunos cestos.

Asahi regresó su mirada a Yedam para no levantar sospechas.

Jinhwan buscó a su alrededor algún otro escondite para poder acercarse a ayudar a Asahi. Debía ser rápido en lo que hacía.

Pero en lugar de ello, encontró una barra metálica. Eso sería más útil.

— Eras tú... Todo el tiempo fuiste tú... — susurró Yedam bastante agitado por aquella dosis de adrenalina. Volteó hacia Asahi, después con Junghwan y finalmente hacia Jeongwoo de nuevo. — ¿Cómo pudiste?