"𝐁𝐄𝐇𝐈𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐄𝐒" [ᵀᴬᴱᴷᴼᴼᴷ]

34

El mayor aceptó el beso sin ninguna queja. Al principio quedó sorprendido por los actos del azabache, pero después se relajó y siguió el beso. Si eso es lo que quería Jungkook en ese momento se lo daría, lo peor era que aquellos actos le perjudicarían a lo largo de su vida, pues el mayor nunca olvidó al menor.

Jungkook fue atraído hacia el cuerpo del de pelo llamativo, su fuerza hizo que el menor se posicionará sobre sus piernas a horcajadas. El agarre del azabache se hizo presente en la prenda superior del contrario, justo en sus hombros, y aquel beso que comenzó lento ahora era salvaje y desesperado.

Jungkook buscaba con todas sus fuerzas concentrarse en aquel beso, deseaba que por un momento de su vida se olvidara del porqué despertó aquella noche llorando, del porqué estaba dolido... y fue entonces cuando comenzó a mecer sus caderas provocando la excitación en el contrario. Las manos de Yugyeom viajaron por debajo de la camiseta del menor que tenía como pijama, allí acarició su piel cálida. Pero para Jungkook aquella muestra de cariño que se debería de sentir agradable solo le hizo fruncir el ceño, pues las manos de Yugyeom se sentía diferentes al tacto al que estaba acostumbrado con el castaño.

Sus pensamientos pararon, había pensado otra vez en el solo por un leve tacto de otra persona. Frunciendo aún más su ceño, Jungkook mordió algo fuerte el delfo inferior del muchacho y este se quejó en un gruñido. Pero aquello no funcionó, una voz en su cabeza apareció de repente haciéndolo sentir una mierda de persona.

«Lo siento.» escuchó como un eco.
«No nos hagas esto.» volvió a escuchar.

Jungkook sentía que lágrimas querían salir de sus ojos y es por eso mismo que los apretó con fuerza e intentó de nuevo concentrarse en lo que estaba pasando con Yugyeom.

Las manos del mayor -que estaban en su espalda- viajaron hasta las caderas estrechas del azabache y posteriormente al borde de aquellos pantalones de pijama. Pero cuando Yugyeom estiró un poco del elástico, Jungkook volvió a escuchar aquella voz en su cabeza y esta vez la imagen de un Taehyung sonriente apareció en su mente.

«Te amo.»

—No puedo...— susurró el azabache, apartándose del cuerpo contrario.

—¿Qué pasa?

—No puedo hacerlo, no puedo hacernos esto.

El ambiente se entornó demasiado pesado y tenso. Ambos chicos quedaron callados, Yugyeom sintiéndose como segundo plato y Jungkook recordando aquel Taehyung que había visto en sus pensamientos. Aquel chico que besaba en su sofá después de haberlo invitado a su apartamento y que no paraba de decirle lo mucho que lo amaba.

Sin darse cuenta el azabache ya estaba llorando de nuevo.

Echaba de menos al mayor. Seguía amado al mayor y al parecer aquello no iba a cambiar, pero aquello no cambiaba la cosa de que se seguía sintiendo dolido.

—¿Porqué me llamaste, Jungkook?— habló primero el más mayor.

—Quería distraerme...— admitió cabizbajo.— Lo siento, no debí utilizarte. Soy lo peor.— sorbió su nariz y retiró algunas lágrimas con la manga de la camiseta.

—No, no te maltrates así.— el chico lo acunó entre sus brazos. El azabache dejó salir un desgarrador llanto.— Esta bien, llora todo lo que necesites...

—No sé que hacer, Yugyeom. Me duele pero a la vez lo amo...

—¿Sabes? A lo mejor no dejaste hablar a Taehyung sobre lo que estaba pasando. Pienso que deberíais hablar sobre lo que pasó y entender cada versión del otro, porque es obvio que Taehyung comprendió la tuya, ¿pero tú comprendiste la de él?— el menor negó algo más calmado por su llanto.— Mira Kook, si es verdad que lo amas déjalo hablar. Eres una persona adulta y las personas adultas solucionan los problemas hablando, al igual que las parejas. No te encierres en tu dolor.

—Hablaré con él.