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Despertó algo aturdido. El sol se adentraba en la habitación a través de la gran ventana y unos cuantos rayos de luz enfocaban a sus ojos sin compasión. Giró su cabeza para que la luz solar no lo moleste más, pero al estirar su brazo se dio cuenta que estaba completamente solo en aquella cama. Entonces se incorporó.

Recordó que la noche anterior habían venido del hospital y que Jungkook se quedó toda la noche en tu apartamento, por lo cual, el menor accedió a dormir junto a él la noche anterior cuando se lo pidió. Esa misma noche en la que los besos calentaron sus cuerpos y acabaron consumando su amor entre bonitas palabras. Esa era una de las razones por las que Taehyung se encontraba desnudo.

Se dirigió a la ducha para limpiarse un poco, aún podía notar el ambiente lujurioso e incluso este estaba esparcido por toda la habitación. El agua caliente comenzó a recorrer su cuerpo nada más se metió dentro de la regadera, lavando cuidadosamente su cabello castaño y su delgado cuerpo. Finalmente, se vistió con un nuevo pijama y secó su cabello con una toalla antes de salir del baño.

Sus pies descalzos tocaban el frío suelo haciéndose estremecer. Llegó al pasillo y un rico olor golpeó sus fosas nasales haciendo a su barriga rugir por el hambre. Cuando llegó a la cocina pudo observar una espalda cubierta por una camiseta azul oscura básica a juego con unos pantalones de pijama.

Taehyung sonrió inconscientemente y no esperó ni un segundo en caminar hasta el chico azabache que estaba preparando un delicioso desayuno. El mayor lo abrazó por la espalda y dejó un besito en la mejilla del menor.

—Buenos días.— susurró en el oído de Jungkook. El chico giró para enfrentar al mayor, llevando sus manos a las mejillas de este.

—Buenos días, precioso. ¿Amaneciste bien? ¿Tienes hambre?

Nada más el mayor asintió, Jungkook terminó de poner la mesa para que ambos comenzasen a desayunar. Había platos variados, Jungkook optó por mezclar dos desayunos siendo así en americano y el coreano, así que la mesa habían alimentos desde hotcakes, panqueques, zumo de naranja, tocino y huevos revueltos, hasta arroz, algunos mochis, pastel de pescado y algo de kimchi.

—Hiciste demasiado.— intentó quejarse una vez estuvieron en la mesa.— parece que vas a dar de comer a un ejercito, Jungkook.

—Solo quiero que te alimentes bien, bebé.

Tras dicho aquello, ambos comenzaron a comer de lo que había preparado el menor. El desayuno fue entretenido y hablaron de cosas triviales, se sentían cómodos en aquella atmósfera y los cariñitos de Jungkook hacían el desayuno mejor todavía. Cuando terminaron de comer, quedaron satisfechos con la comida y quedaron algún tiempo más sentados en la mesa de la cocina antes de limpiar y recoger los utensilios del desayuno.

—Toma.— el azabache le extendió un bote que contenía pastillas.— No te olvides de tomarlas, recuerda que una es por la mañana y otra por la noche.

Taehyung tomó el bote y lo abrió. Saco una pastilla para llevarla rápidamente a la boca y tragarla con algo de zumo.

—Gracias...

—¿Estás mejor?— preguntó el menor. Automáticamente Taehyung supo de que hablaba.

—Tal vez...— se encogió de hombros.— Sigo preocupado. No quiero que le pase nada a mi carrera o que esa mujer llegue hacerte algo.

—Yo tampoco quiero que te pase nada a ti, pero tarde o temprano se lo vas a tener que decir.— el castaño suspiró y dejó posar su cabeza en el hombro del azabache.— No estes triste, recuerda que pase lo que pase voy a estar a tu lado.

—¿Y si me dejas?— dijo con temor.

—No voy hacerlo, Taehyung. Me da igual si dejas de ser actor, si tienes muchas personalidades, si esa mujer suelta mierda sobre ti... ¿que importa? Yo solo debo creer en ti porque en una relación debe que haber confianza y me da igual que dejas de ser actor o tus problemas de personalidad. Te amo, Taehyung y eso debería de ser suficiente para que tú entiendas que me quedaré a tu lado por mucho tiempo. Espero que ese tiempo sea un para siempre.— Taehyung levantó su cabeza para quedar a pocos centímetros del contrario.

—Kook...— los ojos del mayor comenzaron a llenarse de lágrimas.

Pero al parecer el sonido de unas llaves y el de la puerta cerrándose los interrumpieron en su charla. Taehyung no sabía que el día de hoy tendría que dar explicaciones sobre lo que pasaba. Tal vez hoy tendría la valentía para decir lo que en verdad sentía porque la persona que entró no era nada más y nada menos que Jung Wheein.

"𝐁𝐄𝐇𝐈𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐄𝐒" [ᵀᴬᴱᴷᴼᴼᴷ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora