"𝐁𝐄𝐇𝐈𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐄𝐒" [ᵀᴬᴱᴷᴼᴼᴷ]

8

—«Solo te lo preguntaré una última vez, Taeju ¿qué quieres de mi?»

—«A ti. Quiero que vuelvas.»

Taehyung caminó hasta Jungkook tomándolo de las mejillas y haciendo contacto visual con el contrario. Estaba tan metido en su papel que ni si quiera notó el como su compañero tragó duro por sus nervios al tener tan cercanía.

—«¡Me mentiste!»

—«¡Quise protegerte!»

—«¿Haciéndome daño?»

Caray... Los ojos de Jungkook se aguaron como si estuvieran rodando la escena definitiva. Bajo los ojos de Taehyung era tan bueno haciendo esto que se golpeó mentalmente cuando lo llamó "mal actor".

—«Te confesé mis sentimientos y tú quisiste corresponderme... Llevamos semanas haciendo esto, me dijiste que era solo tuyo como tú tanto mío, ¡y aún así te creí!»

Los ojos del menor brillaban por causa de las lágrimas falsas y notando como su pupila se agrandó de un momento para otro. Entonces por su cabeza solo pudo pensar una única cosa y una y otra vez.

Jungkook era hermoso.

Ahora que lo veía desde tan cerca pudo observar los pequeños detalles como sus lunares, sus labios tan bien hidratados e incluso sus pequeñas pestañas. Un pensamiento parecido a un impulso apareció.

No podía hacerlo.

—«¿Cuando pensabas decirme que estabas comprometido en tu futuro con una mujer?»

Otra vez aquel impulso.

—¿Taehyung?— llamó la atención de su compañero saliéndose del papel.

El nombrado volvió a su cuerpo después de hundirse en sus pensamientos, aún así sus impulsos no se iban.

"La curiosidad mató al gato"

A la mierda.

—Tú línea. Di tu li-

Y de un segundo para otro, Jungkook sintió como unos labios chocó contra los suyos dejándolo sin aliento. Ni si quiera esos delfos se estaban moviendo, solo estaban ahí justo encima de los suyos mientras veía como su propietario mantenía sus ojos cerrados.

No podía entrar en razón pero si sabía que Kim Taehyung lo estaba besando sin venir a cuento.

Cuando el mayor se separó, abrió lentamente sus ojos y los volvió a conectar con los de Jungkook.

Aquel beso no estaba planeado.
Aquel beso ni si quiera existía en la escena que ensayaban.

—¿Jungkook?— dijo el castaño al ver cómo este no se movía. Seguía hasta con la misma expresión de sorpresa.

—Yo...— reaccionó por fin.— T-tengo que irme.

Y nada más pronuncias aquellas palabras se fue corriendo, dirigiéndose hacia los baños del edificio.