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Una luz lo deslumbraba nada más comenzó abrir sus ojos lentamente. Sus oídos comenzaron a escuchar un pitido que hizo cerrar sus ojos fuertemente. Poco a poco comenzando abrir los ojos y sintiéndose aturdido cuando miró alrededor.

Las paredes eran de un tono verde demasiado claro, habían pocos muebles y el ruido de unas máquinas lo hicieron asustarse. Con intenciones de enderezarse un poco, intento poner todo su posible fuerza, sin embargo, sintió como unas cálidas manos se apoyaron en su espalda mientras que otra lo hacía en el pecho. Cuando miró al frente, quedó embobado.

Su chico estaba allí.

Una fuerza lo obligó a tumbarse de vuelta en la camilla. Aún sin apartar la vista del contrario -que este también no paró de mirarlo-, colocó su cabeza de nuevo en la almohada y sintiendo como aquella calidez se iba de su lado. Taehyung palideció en un abrir y cerrar de ojos.

—Es mejor que descanses.— habló con voz tranquila pero preocupada.— No sé que pasó, pero te veías muy débil. Tal vez tenga que llamar a un doctor para que te examine.

Pero cuando el contrario fue a dar la vuelta para marcharse, el castaño sintió pánico y tomó rápidamente la muñeca del contrario con un brillo en sus ojos.

No comprendía que hacía allí con junto a él. Lo último que recordaba era como el novio de su mejor amigo lo tomaba en brazos mientras gritaba que llamaran a una ambulancia, a partir de ahí todo se vio negro. Pero él sabía la razón por la que estaba en un hospital, la última vez fue antes de que aquella mujer se fuera de viaje a visitar a su familia, cosa que tardó por tres meses y ahora estaba de nuevo allí. Sabía que sus ataques volverían.

—¿Esto es real?— susurró con dificultad ante la mascarilla de oxígeno.— ¿Estas aquí conmigo?

—Claro que si, Taehyung. Estoy aquí. Llevo aquí desde hace más de tres horas.

—Entonces no te vayas.— sus ojos se veían brillosos.— por favor.

El chico asintió y volvió a tomar asiento en el sillón de al lado. El castaño en ningún momento soltó la mano del contrario y solo quedaron en esa posición hasta que el menor decidió hablar de nuevo.

—No voy a mentirte, quería hablar contigo. Sobre nosotros. Sobre lo que pasó.— hizo una pausa.— Pero dadas tus circunstancias podemos aplazarlo, ¿estás bien con eso?

—No importa, podemos hablar.— el azabache lo miró con preocupación.— Estoy bien, Jungkook. Ahora que estás aquí estoy mucho mejor.

—No me hagas ablandarme contigo.— bromeó. Los dos chicos rieron en bajito.— Yo... siento haberte dicho todas esas cosas tan feas, me sentí bastante herido en ese momento y mi única salida para sentirme mejor fue herirte. Lo siento. No debí hacerlo.

—Yo siento no hablarte sobre lo que en realidad me rodea. No te conté nada sobre mí y te hice creer que lo sabías todo, pero Kook, hay muchísimas cosas que no sabes y esa chica es una de las razones. De alguna manera siempre estaré atada a ella.

—Debiste de contármelo, tal vez podíamos arreglarlo.— el contrario negó, sabiendo que esto no tenía solución.

Si Taehyung se negaba a Wheein todo le saldría mal en la vida. Porque la verdad era que aquella chica lo obligaba a que fueran pareja y vivía amenazado para que siguiera con ella. Wheein podía destrozar su carrera en un chasquido de dedos.

—Cuéntamelo.

—Tengo miedo, Jungkook. ¿Qué me asegura que después de contarte todo te quedarás?

—Yo.— respondió. Una sonrisa se alzó en sus labios.

El agarre de sus manos se hizo más fuerte gracias al azabache, quien encajó a la perfección sus dígitos.

—Yo mismo te lo aseguro.

"𝐁𝐄𝐇𝐈𝐍𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐒𝐂𝐄𝐍𝐄𝐒" [ᵀᴬᴱᴷᴼᴼᴷ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora