XXXII. Antalya, recuerdos, ruegos y riesgos

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En el avión no es necesario conversar, por protocolos están separados por un asiento vacío, una conversación  no sería lo suficientemente íntima por la distancia y no van solos.

Desde la noche anterior, ambos no han dejado de pensar en todo lo que pasaron juntos y con sólo miradas y una que otra palabra, se comunican durante las casi dos horas de viaje.

Ninguno está cansado a pesar de no haber dormido más de cuatro horas, pero sí llevan una ansiedad poco común en ellos.

La noche anterior, Hande al llegar a casa, solo fue capaz de tomar un baño, ir a su cama y pensar, pensar en muchas cosas, mientras su televisor pasaba y pasaba información de alguna película, serie y hasta noticias, nada que recuerde en este momento.

La conversación tan franca, honesta y liberadora que tuvo con Kerem hizo que recordara mucho a su madre, sus charlas, sus historias, sus últimos días, lo que ella con tanto cariño le enseñó. Aún le da vueltas en su cabeza un pensamiento que no sabe cómo interpretar 'será que mi madre estaría de acuerdo con que... con Kerem?... ella lo envío para mi?'. Palabras de su madre vienen a su mente una y otra vez :

'el hombre que te haga reír en todo momento y sacarte una sonrisa en los peores, es un hombre especial. Si además te hace sentir en casa, no necesitas nada más. El dinero así como llega se va, pero la felicidad y comodidad al estar con alguien, es algo muy difícil de encontrar. Siempre busca lo que te haga feliz, alguien que te respete, valore y saque lo mejor de ti.'



Kerem por su parte, luego de escuchar, consolar y ver cómo está fuerte mujer miraba el lado positivo de la vida después de contarle lo triste de su historia, no pudo sacar de su mente esos momentos luego de la ruptura con Serenay, lo perdido que estaba, más que todo porque había perdido su esencia, algo en él se había apagado y el darse cuenta de eso lo llevó a hacer muchas tonterías y el accidente definitivamente fue lo que lo hizo volver en si mismo y ver la vida con otra perspectiva. Pero todo lo que hizo sufrir a su familia y amigos en ese momento, es de esas cosas que no quiere volver a repetir en su vida. Ver a su madre preocupada, con esperanza en los ojos de que se recuperaría, aunque él pensara todo lo contrario, miradas y emociones que no quiere volver sentir, menos preocupar de esa manera a sus seres queridos.

Afortunadamente, cuando se recuperó encontró algo en su vida que no podía dejar ir jamás, había vuelto a la vida, tenía una vitalidad nueva y definitivamente le gusta estar así, su madre no cabía más de felicidad, así como sus amigos, se preocupó de su recuperación, su salud y sus seres queridos, pero aún le faltaba algo y ese algo llegó en un momento en el que su energía estaba bajando por todo lo de la pandemia, ese algo llegó para volverlo el payaso que le gusta ser, el que con su alegría contagiaba al resto, el que no puede dejar de admirar a una persona por sus actitudes, profesionalismo y dedicación. Ese Kerem que se había perdido, regresó por un momento y estaba a punto de irse nuevamente, pero ese algo lo trajo de vuelta y todos sus cercanos lo notaban, tanto en la ceremonia de su abuela, como en su día a día. Ese algo era especial y él y todos lo sabían.



Al aterrizar el avión, casi era medio día en Antalya y debían llegar al hotel rápidamente. Según lo que tenían planificado en menos de dos horas deberían estar grabando unas escenas en la playa con todo el resto del cast que ya se encontraba ahí. Bajan rápidamente, buscan sus cosas y siguen su camino. Un calor de más de 32 grados los reciben al salir del aeropuerto y Kerem lo agradece muchísimo, porque no le gusta mucho el frío, aunque ya luego se arrepentirá de este agradecimiento.

Llegan al hotel, todos saludan y animan a Kerem, él se siente muy acompañado y querido. Al parecer Antalya no será tan mal viaje.



El destino toca a mi puerta: ConociéndoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora