El destino toca a mi puerta: Conociéndose

XX. La primera historia

- Jajajajajaja - se escucha estruendosamente, Hande no puede parar de reír, desde que vio aquel gesto de Kerem, se lleva riendo  más de quince minutos. De hecho aún no termina su desayuno.

- En serio no te detendrás? Si tampoco fue tan gracioso - dice Kerem mirándola con una cara de sorpresa.

Ella no puede parar y se tapa la cara con ambas manos, de una manera muy extraña la alegría la tiene descontrolada, no puede contenerse. Simplemente deja salir todo lo que tiene dentro, es como si fuera parte de alguna terapia catártica.

Tocan la puerta de la caravana de Hande. Es Burak, del crew que viene a conversar sobre las escenas del día y entregarles algo.

- Buenos días señorita Hande, señor Kerem - saluda cordialmente Burak.

- Buenos días Burak - responde cortésmente Hande, mientras toma aire para componerse.

- Buenos días Burak - dice Kerem - Burak, es posible que no me digas señor y solo Kerem?

- Pero señor Kerem, es solo por respeto que le digo así - responde Burak un poco nervioso.

- Burak, por favor, solo Kerem, está bien? - Burak respira profundamente.

- Está bien, como digas, Kerem. - ambos se ríen.

- Qué es lo que necesitas hablar con nosotros? - pregunta Kerem, mientras le pasa una galleta Hande para que se la coma, ahora que ya está más tranquila.

- Bueno, como saben la programación de hoy son escenas en varios sitios en donde deben estar esposados. - a Burak se le escapa una sonrisa - Entonces les vengo a entregar las esposas y hacer algunas pruebas del uso. De todas maneras el señor Ender quiere que las usen todo el día para que se acostumbren y en las escenas no sea un distractor.

Busca en una bolsa que trae consigo y saca dos pares de esposas y las deja sobre la mesa.

- Estas son las esposas, ustedes las administrarán. Las llaves las tendrán ustedes y una copia nosotros. La idea es que desde ya comiencen a probarlas para que les sea más sencillo trabajar. Son dos pares distintos en tamaño para que ustedes al usar escojan cuales son más cómodas.

Kerem toma las esposas y las mira con atención, las gira como para ver de qué están hecha, no es primera vez que ve unas, en otra serie le tocó ser de policía y el usar esposas era parte de su atuendo normal, así que solo las revisa rápidamente. Se gira hacia Hande, la cual tiene el vaso de café en su mano izquierda y una galleta en la otra que se está llevando a la boca, cuando Kerem le toma muñeca izquierda y la rodea con sus dedos como si fueran una pulsera.

Hande al sentir sus dedos tiene una sensación en su estómago que le impide seguir masticando su galleta y que la hace disminuir la fuerza con la que tiene su vaso en su mano, al darse cuenta que lo está soltando y puede caerse, lo sujeta con fuerza. 'Qué es lo que me pasa? por qué me desconcierta de esa manera?', traga la comida que le queda en su boca, mientras Kerem sigue sin soltarle la muñeca y con su otra mano observa las esposas. Luego de unos instantes, la suelta y toma una de las esposas, las abre con las llaves que tienen y se coloca una en su muñeca. Hande lo mira atentamente y se sorprende cuando vuelve a tomar su muñeca y le coloca la otra. Él muy concentrado, se fija en como se ajusta a ella, le gira el brazo, lo levanta y pasa por entre la esposa y su piel sus dedos, asegurándose que no esté muy ajustada.

Hande al sentir como él revisa muy detalladamente el ajuste y toca tan delicadamente su brazo, siente un escalofrío que la hace temblar y por algún motivo recuerda el segundo sueño que tuvo hace unos días, donde alguien respiraba cerca de ella. De a poco siente que su piel se está erizando y un nerviosismo comienza a perturbar su tranquilidad, afortunadamente logra controlarse porque vuelven a tocar la puerta y esta vez es Serhat el que entra y la distrae. Al entrar los mira y sonríe por la escena que ve.