El destino toca a mi puerta: Conociéndose

X. ¿Seguro y conocido o...?

Los días pasan más lento desde que supo que posiblemente no trabajaría con Hande, pero algo dentro de él le impide ser negativo y solo espera que pase lo mejor. Debido a esto, no ha tenido reuniones con ella, solo con la escritora y guionistas, y ya ha conocido a otros actores del programa.

Los días se hacen cada vez más pesados. 'Por qué me siento así? Es solo una compañera de trabajo más, como tantas otras que he tenido', pero al terminar este pensamiento se burla de sí mismo y sabe que todo lo que ha dicho no es cierto, no puede engañarse en este momento, más aun que mira a Héctor y lo está observando como si le hubiese leído la mente, tampoco le cree lo que dice.

- Ay Héctor, qué haremos si se decide por el otro proyecto? – mira a su perro, hace una mueca de tristeza, lo levanta y se lo lleva al pecho para abrazarlo. – no es una compañera más, lo se... lo siento, ella es... distinta... podré algún día entender esto que me pasa con ella? - vuelve a míralo y le responde - Ok, tienes hambre y no me vas a contestar porque eres un perro, lo sé... pero no puedes simplemente ladrar una vez de forma afirmativa para tener algo de esperanza? – mira fijamente a Héctor, pero este no hace ningún movimiento.

Suena el teléfono de Kerem, es un mensaje que lo hace saltar, 'Por qué salto cada vez que recibo un mensaje y veo su nombre en el remitente, debo parecer un idiota'.

'Podemos hablar? Tienes tiempo?'

'Puedo hablar. Tengo tiempo.'

'Gracias. Te llamo.'

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- Me vas a decir que han pasado cuatro días y aun no decides nada? – dice Gamze al otro lado del teléfono.

- Si, aún no he respondido. Tengo muchas cosas en mi cabeza que me están impidiendo pensar con claridad. – responde Hande un poco molesta por la pregunta de su hermana.

- Muchas cosas? Qué tienes? Te pasa algo?

- Cosas Gamze, cosas... - evade la respuesta, claramente no siente que sea el momento para decir nada.

- Hande, estás bien? – Gamze con su nuevo tono de madre pregunta auténticamente preocupada.

- No, no lo estoy, pero ahora no es el momento. Murat acaba de llegar.

- Hola Hande, al teléfono de nuevo?

- Hola, si estoy con Gamze, te manda saludos. – responde ella observando atentamente su reacción

- Ah! Gamze, mándale saludos entonces – sonríe con un aire de satisfacción.

- Gamze, tengo que cortar. Hablamos después.

- Adiós, cuídate y estoy aquí para lo que necesites.

- Gracias.

Hande se coloca de pie y se dirige al estudio en donde se encuentra Murat. Él está sentado en una silla con su guitarra, viendo unos papeles, tratando de lograr una nota para una canción.

- Estás ocupado? – pregunta Hande luego de observarlo atentamente por unos segundos.

- Quería escribir un poco. – dice Murat – es algo urgente?

- Es importante. Tienes tiempo para hablar o no?

- Está bien, hablemos. – Murat se gira y espera que Hande se siente en el sofá que se encuentra a un costado de la habitación. – qué es lo que quieres conversar?