VI. Primer Emoji

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La cena se hace eterna, ella no presta atención a nada, juega con su comida, no ha tocado siquiera la mitad de su palto, su mente está en otro lado, en otro mundo, en un mundo nuevo en el que nunca había estado ni imaginaba que existía, algo completamente nuevo, misterioso y que la cautiva sin darse cuenta. Esta experimentando sensaciones nuevas y le encanta todo este torbellino de emociones que la tienen de un lado para otro.

- Hande? Me estás escuchando? – pregunta Murat sacándola del ensueño en el que estaba.

- Perdón, qué me decías? – Hande sacude su cabeza para volver en sí.

- Te decía que sería bueno que fuéramos mañana donde tu hermana y nos juntáramos todos los del grupo. Nos haría bien ver a los chicos – dice un poco molesto porque entiende que ella no le estaba prestando atención a nada de lo que le dijo anteriormente.

- Hummmm mañana... no sé si pueda, porque tengo reunión de trabajo nuevamente, mmm depende de la hora – la duda que plantea Hande hace que Murat la mire con una expresión de molestia a la que ella responde inmediatamente - quizás podría ajustar la reunión para más tarde y ahí podría ir sin problemas.

- Más tarde? Es quiere decir que tendremos que volver temprano? – la respuesta de Murat es con un tono molesto, pero ella no le presta atención.

- Bueno, si quieres quedarte, me puedo venir sola. No tengo problemas con que te quedes allá. Además, sabes que mi trabajo es importante y si por eso tengo que manejar sola hasta mi casa, lo haré. – la respuesta tajante de Hande sorprende a Murat, el cual no responde.

Hande suelta sus cubiertos, bebe un poco de agua y se levanta de la mesa, notoriamente molesta. Toma su plato y lo lleva a la cocina.

- Me iré a acostar, buenas noches – dice Hande sin esperar respuesta y se va a la habitación.

Murat la sigue con la mirada y la ve desaparecer por las escaleras.


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'Gracias por la reunión de hoy, me divertí mucho y el conocerte ha sido genial. 🤘 '


Hande no puede parar de mirar su teléfono y el mensaje que le ha llegado. Son las doce de la noche y al parecer Kerem no tiene sentido del tiempo, no la despertó, pero ahora no la deja dormir, necesita contestar, pero no sabe qué colocar. Luego de treinta y cinco minutos, logra escribir un mensaje y lo envía. Hecho esto, su cuerpo se relaja como no lo hacía hace días y logra conciliar el sueño, un sueño profundo que la lleva por inesperados caminos de su subconsciente.


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Kerem sigue mirando televisión, pero sin realmente saber lo que está viendo, no está prestando atención a nada. Su celular vibra y salta de forma inesperada, nervioso revisa y es un mensaje de su representante.

'Kerem, Asena me está pidiendo una reunión con el equipo. Cuando tienes disponible?. Saludos'


'Reunión? Con el equipo? Supongo que ella también estará ahí, tiene que estar ahí...', mientras piensa qué responder sonríe al recordar cuando le mostró el video de Ibrahim pasándose de una caravana a otra por la ventana, su risa fue muy contagiosa y muy inocente.

'Cuando sea, no tengo planes en la semana. Me confirmas la fecha y hora. Saludos'


El destino toca a mi puerta: ConociéndoseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora