Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]

XLVIII. Gracias.

La miré y fui acercándome a ella, desde que la conocí me he sentido atraído por su belleza y nunca había podido probar esos labios que tanto acaparaban mis pensamientos.

-¡Harry, hola! - Gritó una voz femenina a mis espaldas. Los ojos de Hayley se cruzaron con los de Cindy y por el cambio en su mirada supe que estaba tan disgustada como yo de verla.

-Hey.

-Qué guapo te ves hoy... ¿Nueva conquista? - Se atrevió a preguntar.

Mis ojos se entornaron al mirarla con molestia, Hayley no era ninguna conquista.

-En realidad, - Interrumpió Hayley antes de que pudiera decir algo en su defensa. - Yo no soy ninguna conquista, Harry y yo somos amigos nada más.

-Ah, ¿Sí?; así empiezan todas... Soy el vivo ejemplo de ello. - Afirmó. Estaba comenzando a ponerme nervioso.

-¿Sí? Pues hay una ligera diferencia entre tú y yo. - Dijo Hayley, el desafío era claro en sus palabras.

-Bien chicas, basta. - Comencé a decir, sin embargo hicieron caso omiso.

-¿Y cuál podría ser esa diferencia, sabelotodo? - Respondió Cindy.

-Que yo no soy del tipo fácil, como ustedes. - Respondió Hayley con una sonrisa falsa.

Cindy abrió la boca con sorpresa, y no estaba seguro de si debía decir algo al respecto, estaba indeciso entre si reírme ó intentar huir con Hayley del posible drama que armaría Cindy en cualquier momento.

-¡Eres una...! - Empezaba a decir Cindy cuando Hayley puso un dedo sobre su boca para evitar que siguiera.

-Sí, Cindy. Si insultarme te hace sentir mejor contigo misma, entonces sí, soy todo eso que tú piensas. - Dijo. Tomó mi mano y avanzamos a paso apresurado, dejando a Cindy maldiciendo detrás nuestra. Sonreí como un tonto, sin poder evitarlo. Hayley podía llegar a ser muy atrevida y graciosa.

[Hayley]

Después de una breve pero incómoda despedida, subí a mi habitación, evitando a propósito a mis padres y a Chaz. Me coloqué la pijama y me tiré en la cama dispuesta a dormir.

***

Desperté, sintiéndome más pesada que de costumbre, intente moverme pero rápidamente me di cuenta de que no era buena idea. Un dolor inexplicable se instaló en todo mi cuerpo, y solté una respiración cargada de frustración. Mi abdomen se contrajo al momento en que solté el aire con brusquedad y eso dolió.

Suspiré despacio y como pude me levanté de la cama, pero al ponerme de pie sentí como el interior de mi cuerpo se vaciaba lentamente. Me quedé estática de pie con las piernas semi abiertas y mis ojos se abrieron con sorpresa, giré mi vista hasta el calendario colgado en la pared. Reaccioné para darme un golpe en la frente y camine imitando a un pingüino hasta el baño. Rápidamente preparé la ducha y me deshice de mi ropa, y como si las lesiones en mi cuerpo por el entrenamiento no fueran suficiente, pues ahora debía lidiar también con el periodo. Dejé que el agua relajara mi lastimado cuerpo y finalmente salí. Me coloqué una toalla y mi espalda y bajo vientre comenzaron a doler. Sí, odiaba estos días. Espero que esto no afecte en los entrenamientos, no estoy dispuesta a aguantar más castigos por distracciones ó intentar descansar de más.

Me vestí y me arreglé para la escuela de mala gana. Baje las escaleras y encontré a mi padre en el comedor.

-Le dije a Harry que no te trajera tan tarde. Que no se repita de nuevo, ¿oíste? - Exclamó.

Chaz apareció por la puerta y al pasar a mi lado sopló con fuerza sobre mi oído izquierdo provocando una sensación desagradable. Algo hizo clic en mi cabeza y estallé.