XXXI. Edward.

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-Escucha, no quiero que comentes nada de lo que te voy a decir, con nadie. - Dije y asintió poniendo una mano en alto. Lo estaba prometiendo. - De acuerdo. Lo que pasa es, que hace unos años mi madre veía a mi papá muy sospechoso, jamás se alejaba del teléfono y cuando sonaba, contestaba lejos de nosotros; casi no se aparecía en la casa los sábados y domingos, a veces ni siquiera llegaba a dormir, excusándose al día siguiente con que estaba arreglando asuntos importantes. - Suspiré. - Yo le dije a mi mamá que tal vez estaba planeando algo para ella, porque su aniversario de bodas ya venía. Ella creyó en esa posibilidad y se veía más feliz, pero cuando llegó el día del aniversario, mi padre lo olvidó por completo y se fue de nuevo a no sé dónde. Mi madre se puso muy mal y me pidió que la acompañara a seguirlo. Yo sabía que de eso no iba a salir nada bueno, pero no podía dejarla sola. - Harry asintió y puso su mano sobre mi pierna. - En fin, lo seguimos y él se detuvo en una casa muy bonita, pero sabíamos que a partir de ahí ya no podríamos ver mucho, entonces hizo sonar la bocina del auto y casi inmediatamente salieron una mujer seguida de tres jóvenes. Mi padre se bajó del coche y le abrió la puerta a la chica que iba con ellos, después la puerta de copiloto y besó a la mujer en los labios. Mi primera reacción en ese momento fue mirar a mi madre, por supuesto, pero al instante me arrepentí. - Harry me miraba con compasión, le regalé una débil sonrisa. - Ella estaba llorando, y yo estaba molesta, él jamás había tenido esa clase de detalles con nosotras. No sabía qué hacer, cómo reaccionar. Es terrible cuando tienes una imagen de súper héroe cuando te hablan de tu padre, y de repente te das cuenta de que no es más que el villano.

-¿Y qué hicieron entonces?

-Me dejé llevar por el enfado, y fui hacia él para enfrentarlo. - Dije y Harry rió. - ¿De qué te ríes?

-¿Qué edad tenías, preciosa?

-Como 12, ¿por qué? - Volvió a reír - ¿Qué es tan gracioso, Edward? - Estaba comenzando a exasperarme.

-Tan pequeña y ya con ese carácter, pobre de Chaz, no sé como sobrevive a hacerte enojar. - Decía con una sonrisa en el rostro.

-¿Quieres averiguarlo?

Tenía el ceño fruncido, no era momento para sus tonterías. Su sonrisa se desvaneció.

-Claro que no, preciosa. Pero bueno, prosigue y evita llamarme Edward, ¿quieres?

-De acuerdo. De cualquier manera, mi padre estaba tan asustado y confundido que no supo reaccionar al empujón que le di, y tropezó hacia el piso - Lo observé tratar de mantener la carcajada y lo miré mal. - Después de que pudo pensar claramente sólo atinó a decir "Hayley, cariño..." y en ese momento se bajaron los dos niños y la niña que iba con ellos, y empezaron a decirle papá. - Mis ojos se llenaron de lágrimas. - La niña intentaba hacerme frente, pero ella tenía sólo 10 años, y estaba lo suficientemente enojada como para apartarla fácilmente de mí. Mi mamá se apresuró a aparecer y alejarme de ellos, y más tarde mi padre se apareció en casa, y con su otra familia.

-¿Cómo se atreve?. - Dijo Harry, se lo veía molesto.

-Sí. Después de eso fue la absurda presentación y a partir de ahí, muchas discusiones. En fin, mi padre había prometido dedicarse a nosotros, y olvidarse de sus otros hijos y su otra mujer, pero ahí están, invadiendo mi casa.

-Lamento que debas vivir todo eso preciosa. - Me miró ceñudo. - Pero ahora cuentas con un amigo que te va a apoyar. - Sonrió.

Lo miré confundida.

-¿Ah sí? ¿Quién?

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Ojalá les guste, y nuevamente: ¡gracias por los 700 leídos! Voten y sigan leyendo, gracias.

Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora