XXXIII. Vaya mujer.

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Después de pensar la respuesta durante unos segundos, le respondí.

-Hayley, no quiero que se malinterpreten las cosas, sólo quiero que seamos amigos. - Sonreí.

-Yo sé y tengo perfectamente claro que sólo somos amigos, pero no estoy acostumbrada a dormir en casas ajenas y necesito compañía. Además, no finjas que estás muy cómodo ahí en el piso. - Alzó la ceja izquierda de manera desafiante. Vaya mujer en la que me he fijado.

-Pues no, pero no quiero que pienses cosas equívocas de mí.

-No pienso nada, Harry. - Frunció el ceño.

Sopesé las probabilidades. Bueno, ella me lo estaba pidiendo, pero también sabía que no era del todo correcto. ¿Qué debía hacer?

[Hayley]

Tenía miedo de dormir sola, en una casa desconocida, en una cama que no era la mía, y no tenía a Chaz para sentirme segura. Lo más cercano a un hermano mayor que tenía en ese momento era Harry, pero no estaba segura de cómo pedírselo. Cuando apagó las luces intenté dormir pero estaba lloviendo muy fuerte y de vez en cuando se escuchaban los ruidosos truenos que la lluvia provocaba. Estaba aterrada, no sabía cómo actuar.

No estaba segura de si era propio de mi parte invitar a Harry a dormir juntos sin compromiso, pero de comportarme indecentemente por una noche a morir de ansiedad en una casa a ajena a la mía, prefería la primera opción, además no soy ninguna monja y debería dejar de preocuparme por cosas tan absurdas.

En fin, el punto es que debía convencer a Harry de que me acompañara, sólo necesitaba sentirme algo segura.

-Por favor Harry... Estoy asustada y, necesito a alguien. ¿No dijiste que podía contar contigo? - Lo miré a los ojos.

Suspiró. Parecía resignado y eso me disgustó un poco, pero me recompuse al escuchar su respuesta.

-De acuerdo preciosa. - Me sonrió.

Le devolví la sonrisa y lo dejé acostarse del lado que él quisiera.

-Siempre duermo del lado izquierdo, ¿no te molesta?

-No, yo acostumbro a dormir del lado derecho. - Sonreí.

-De acuerdo. - Me devolvió la sonrisa - Ahora sí, que descanses preciosa. - Me miró de reojo y se acomodó después de apagar la lámpara.

Lo miré mientras caía dormido, sin que yo pudiera conciliar el sueño. Mis niveles de ansiedad estaban elevados, y nunca he sido muy buena para tranquilizarme de inmediato. Viéndolo así de cerca, pude darme cuenta de la belleza que tenía su rostro. Tenía unos labios perfectamente definidos que, por el frío, se veían enrojecidos e irritados, pero aún así le lucían bien; sobre estos estaba un pequeño asomo de lo que imagino que llama bigote. Sus pestañas eran muy largas y las del párpado inferior estaban muy curvadas hacia abajo. Sus cejas eran delgadas pero muy espesas y oscuras; su nariz ancha y muy definida le daba un aspecto varonil y apuesto. En su rostro se situaban algunas imperfecciones causadas por acné, pero eso no le restaba belleza en lo absoluto; su cabello brillaba con la poca luz que se colaba por la ventana al lado de la mesa de noche, y le daba un realce angelical a su delicado rostro. Si bien éste hombre parecía un ángel, yo estaba segura de que no lo era.

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Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora