XXVI. Rosas rojas.

9.8K 390 4
                                    

Estaba molesto, muy molesto. Niall no era nadie para hacer cosas como éstas, le pedí un simple favor, ¿no podía ayudarme tal y como lo haría un buen amigo? En fin; pensé en la posibilidad de volver a casa, pero entonces recordé lo que papá me había enseñado hace un tiempo, cuando comenzaban a interesarme las chicas; "Jamás te des por vencido, demuéstrale que de verdad te importa y lucha por ella". Eso era lo que iba a hacer. Tomé las llaves del auto y me encaminé hasta el mismo para hacer una parada en una floristería. Habían muchísimas, y nunca había hecho esto antes; sólo una vez, y fueron para Gemma el día de su graduación.

-¿Puedo ayudarle en algo? - Musitó lentamente una señora de edad avanzada.

-Um, sí. Bueno, estoy buscando algo que pueda darle a una amiga.

-Con que una amiga, ¿eh? - Su voz despedía incredulidad por todos lados.

-Sí, exactamente; una amiga. - Dije impacientemente.

-Bueno, ¿Qué le parecen unas rosas, u orquídeas, o tulipanes, o alcatraces, o narcisos, o girasoles o...? -La interrumpí.

-Unas rosas están bien. - Me apresuré a decir.

-Muy bien, ¿de qué color? ¿Le gustan rosas, rojas, blancas, amarillas, azules, verdes, violetas...? - Interrumpí nuevamente.

-¡Rojas! Con unas rosas rojas están bien.

-De acuerdo, ¿De qué color el papel para envolverlas? ¿Rosa, amarillo, blanco, transparente...?

No hace falta decir que interrumpí de nuevo.

-¡Transparente!

-¿Y el moño?

-Rojo, señora. Quiero unas tontas rosas rojas envueltas en tonto papel transparente con un tonto moño rojo. Eso es todo. - Hablé entre dientes.

Mientras más tiempo pasaba escogiendo colores más tiempo estaba Hayley con Niall.
La señora pareció entender que estaba molesto y se apresuró a ir por el ramo de rosas. Pagué y corrí al auto, para poder llegar a casa de Hayley.

Me estacioné unas cuantas casas atrás y no vi rastro del auto de Niall, lo que podía significar que ya la había dejado en casa ó que en su defecto, ni siquiera habían llegado; pensar en eso me estaba haciendo enojar cuando vi a una destrozada Hayley salir de su casa llorando seguida por el entrenador Driver.

-¡Dijiste que todo eso había terminado! - Gritaba ella con despecho.

Él la miraba sin saber qué hacer y entonces la madre de Hayley salió de la casa llorando también.

¿Qué demonios está pasando?

-Hayley, cariño... - Decía su mamá.

-¡Váyanse! ¡no quiero hablar con nadie! ¡No quiero saber de ti, papá, ni tampoco de tus otros hijos! ¡Fuera de mi vista los dos!

¿Sus otros hijos?

****
Espero que les guste el capítulo, voten y sigan leyendo, ¡gracias!

Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora