Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]

LXXI. Cumpleaños.

Nos encontramos en el hotel. Nicki me ha abrazado y felicitado en cuanto supo que ganamos, y sólo fui capaz de entregarle una mirada seria, el mensaje en ella era claro: tenemos que hablar.

Desde luego, tras la victoria sigue el gran festejo, pero primero iremos a cenar. Mi madre y yo nos encontramos al arribar el hotel; ella estaba acompañada de Emma, quien de dientes para afuera me felicitó y se disculpó por haberme coqueteado alguna vez. Estoy en mi habitación, arreglando mi cabello y haciendo mi maquillaje para salir a cenar con el equipo.

Me pregunto si mi padre irá.

-¿Cómo te sientes, pequeña? - Pregunta Chaz.

-Bien. Algo inquieta; no sé por qué. - Suspiro. - Sin embargo, estoy muy feliz por todo lo que ha pasado. - Él asiente.

-Yo, um... - Duda. Dejo de observarme en el espejo y abandono la máscara de pestañas sobre el tocador para mirarlo. - Louis tuvo una crisis durante su camino en el auto de policía y está hospitalizado. Arthur está en el mismo hospital, en quirófano; está muy grave, papá está con él.

Me siento en la orilla de la cama y suspiro. Es inevitable sentir culpa por todo lo que sucedió.

-Espero que se encuentren bien. - Lo miro de nuevo. Hay una expresión azorada en su rostro. - No le deseo el mal a nadie... Ni siquiera a ellos que me han hecho daño. - Se sienta a mi lado y me abraza.

-Lo entiendo. - Asiente. - Es difícil para mí también...; Louis solía ser nuestro mejor amigo de la infancia, ¿recuerdas? - Asiento en silencio, ahora lo recuerdo. - Me agobia el hecho de haberlo perdido.

Luego de esa charla con Chaz, Harry llegó a la habitación y nos fuimos todos juntos hacia el restaurante donde cenaríamos. La situación fue ligeramente incómoda y extraña al inicio, sin embargo, el ambiente fue aligerándose eventualmente.

Luego de eso, los chicos se reunieron en una habitación a jugar videojuegos y beber. Decidí irme a dormir, fue un día horrible y lleno de emociones muy intensas.

Al día siguiente, el equipo viajó de vuelta a la ciudad bajo el cuidado del entrenador Davis. Louis salió finalmente del estado en el que lo habían inducido con sedantes durante su crisis y fue trasladado al sitio donde realizarían su juicio. Harry me acompañó a declarar y la sentencia que se le dictó a Louis lo condena a ingresar nuevamente a un hospital psiquiátrico hasta que su condición mental mejore. En cuanto a Susan, escuché que le dictaron sentencia de solamente un año en la prisión para mujeres en nuestra ciudad ya que ayudó a Harry a escapar, avisó a las autoridades de lo que estaba sucediendo y dio la dirección exacta del lugar, además de colaborar bastante con los oficiales y finalmente entregarse con buena voluntad. Ambos fueron trasladados a la ciudad el mismo día y horas más tarde Susan ingresó a la prisión de mujeres y Louis fue internado en el hospital psiquiátrico Saint Jefferson.

Estoy en la habitación de mamá en el hotel. Ella persigue objetos inexistentes con la mirada mientras mantiene su cabeza ladeada hacia el lado derecho y se encuentra sentada en el sillón de la pequeña sala. Suspiro con pena; ella había estado recuperándose tan bien, que es una lástima que todo se haya arruinado al llegar los hijos de mi papá.

Mi padre nos citó a Chaz, Nicki, a Emma y a mí aquí. Sé que Arthur no está bien, y he venido tan pronto como he podido. Harry se ha despedido de mí hace unas horas en su propia habitación, ya que iba a volver a la ciudad; ahora sólo puedo apoyarme en Nicki y Chaz.

Me siento débil. Como si pudiera desvanecerme en cualquier instante. Me levanto a tomar un poco de aire, ya que la espera ha sido larga y mi padre no se ha dignado a aparecer. Han sido días agotadores y no parece que la tormenta haya cesado. Un par de brazos me sostienen y un instante luego mis ojos se encuentran con una mirada color esmeralda y una sonrisa radiante que esconde un atisbo de preocupación.