XXXII. A ti, Harry.

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[Harry]

Escuchar a Hayley hablar sobre su pasado era algo abrumador, me hacía recapacitar acerca de la posibilidad de cancelar mis planes contra ella, al final de cuentas, ella lo estaba haciendo bien y todos los del equipo estaban felices con su participación. Ella ya había aguantado los engaños de su padre como para tener que aguantar también los míos... Pero por otra parte, estaba mi equipo, mi nombre, mi reputación como mariscal de campo... No sé que hacer, pero supongo que lo sabré después, depende del desempeño que siga mostrando en el equipo. Puedo pausar el proceso del plan mientras tomo una decisión, o ir preparando el terreno, por si llegara a ser necesario ejecutarlo.

Después de que terminó de contarme su historia, me di cuenta de que necesitaba de alguien que la ayudara, y aunque suene muy egoísta, podía ser ésta mi oportunidad de acercarme a ella. Le dije que ya tenía un amigo en quien apoyarse, y su respuesta no fue nada lo que esperaba.

-¿Ah sí? ¿Quién?

La miré mal, pensando que sería evidente.

-¡Pues yo! - Repliqué con aires de obviedad.

-Oh.

-Oh - La imité y ella sonrió. Le devolví la sonrisa - ¿Tienes sueño preciosa?

El reloj marcaba la 1:30 a.m., y aunque quisiera seguir charlando con ella, quizá era mejor dejarla descansar.

-Sí, un poco. - Sonrió débilmente.

-De acuerdo, ponte cómoda, si me necesitas estaré aquí abajo. - Dije poniendo los pies sobre el piso.

Ella me miraba consternada mientras yo lanzaba una manta al piso.

-Hasta mañana, la alarma sonará a las 5:00 a.m. para que nos dé tiempo de arreglarnos para la escuela. Que descanses. - Apagué la luz y me acosté sobre la manta en el piso.

Para ser sincero, no estaba cómodo para nada, pero no quería que ella pensara que soy un pervertido que espera el momento para aprovecharse de ella, al contrario, sólo quiero que nos llevemos bien. Finalmente, si no llevara a cabo el plan, podríamos ser amigos, y si lo ejecutara, tendría algunos puntos ya ganados.

Tenía bastante frío, ya que el piso estaba helado y estaba simplemente sobre una manta, y encima tenía otra, además de la pijama que me había colocado mientras Hayley se ponía la ropa de Gemma, sin embargo, hacía bastante frío debido a que había estado lloviendo desde que saqué a Hayley del frente de su casa.

-Harry, ¿Estas despierto? - La oí decir varios minutos más tarde. Claro que estaba despierto.

-Sí, ¿necesitas algo? - Me senté y encendí la lámpara que estaba en la mesa de noche al lado de mi cama. - ¿Quieres un vaso de agua, leche, jugo? ¿algo de comer? ¿Otra almohada, una manta, un pantalón más cómodo? Seguro Gemma te prestó el más viejo, iré a reclamarle, no tardo. Pero entonces, ¿qué necesitabas? - Hablé rápidamente mientras me encaminaba a la puerta de mi habitación.

-Te necesito a ti, Harry.

-¿Eh? - La miré ceñudo, estaba muy desconcertado por lo que acababa de decir.

-Que te necesito, tonto. ¿Dormirías conmigo?

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¡Muchas gracias por leer! Recién publique el capítulo anterior agradeciendo los 700 leídos y casi inmediatamente llegamos a los 860, así es que muchísimas gracias. Por favor sigan leyendo.

Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora