LX. Una lección.

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Hubiera preferido nunca leer semejantes mensajes.

-No quiero seguir discutiendo ésto contigo, ya te dije que Hayley es mía.
Y déjate de que "gane el mejor", a ella no le gustan las mujeres y... ¿Adivina qué? Tú eres una. Ríndete, ya no voy a ayudarte más con tu estúpido plan.

-Ella no te quiere.

-A ti menos. Entiende de una buena vez que ella no es como tú.

-Puedo hacer que cambie. Ella me hizo cambiar a mí.

-Ay, ¡qué romántica!
Olvídate ya de ella. Jamás le gustaste y jamás le vas a gustar.

-¿Ah, no?

-No.

-¿Quieres apostar?

-Bien. Si yo consigo conquistarla, tú pierdes 100 dólares. Y si tú te quedas con ella, yo te pagaré a ti los 100 dólares.

-De acuerdo, que gane el mejor.

-Basta de eso, Hayley es completamente heterosexual y te puedo asegurar que no va a enamorarse de ti.
Estaré esperando el pago de mis 100 dólares, puntuales.

-Quisieras.

Lo que sea que hayan estado hablando antes de los primeros mensajes, fue borrado. Sólo estaba esa fracción de conversación.
Dejé el teléfono en su lugar, más abrumada que nunca. Ale es realmente... Lesbiana. No es que eso esté mal pero ella... ¿Yo le gusto?

-¡Hayley! ¿Te encuentras bien? - Gritó desde afuera. Sentí mi corazón salirse de mi pecho.

-¡Sí! Yo... Yo, ¡Estoy vistiéndome, en seguida te alcanzo!

-De acuerdo.

Me apresuré a tomar ropa de la gaveta situada en el armario y me deshice de la pijama. Me cepillé el cabello y los dientes y me dispuse a bajar, indecisa de si hablar ó no con Ale sobre lo que acababa de descubrir.

-Alexia, buenos días. - Saludó Nicki. Le devolví el saludo apenas y tomé el pote de yogur dentro de la nevera y serví en un plato hondo con algo de granola.

Nicki se levantó, dejándome sola con Ale en medio del comedor, en el que sólo se escuchaba el sonido de la granola al ser demolida al masticar. El silencio podría haberse calificado como incómodo, de no ser porque estaba tan sumida en mi lío mental que no era capaz de percatarme de otra cosa. ¿Por qué Ale no me lo dijo? ¿Cuál será el plan en el que L.T. había estado ayudando a Ale antes? ¿Por qué eliminó el resto de la conversación? ¿Qué demonios está escondiendo con todo esto? El vibrar de algo en el bolsillo de mi pantalón me sacó de mis cavilaciones y me concentré en la pantalla de mi móvil.

Louis.

-Hola. - Contesté, sintiéndome extraña. Ale me miraba por el rabillo del ojo, fingiendo atención en su taza de café.

-Guapa. - Coqueteó Louis. Asqueroso. - ¿Cómo has estado, aparte de hermosa?

-Bien. - Gruñí. No se me iba a olvidar nada de lo que había sucedido cuando estuve con él, nada.

-Qué bueno, linda... Escucha, quería invitarte a cenar, ésta noche; tú y yo, ¿qué dices? - Ale me dirigió una mirada con velocidad, frunciendo el ceño y alcé mis cejas, fingiendo no saber por qué lo hacía y entonces ella fingió una sonrisa. Casi me la creí.

Ya no me siento consternada, ya no estoy asustada ni siento confusión, ya no. Ahora estoy molesta, muy molesta.

-¿Tú y yo? - Solté, con burla. - Nunca, gracias. - Corté.

Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora