Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]

XL. Mi novia.

[Louis]

Finalmente había logrado lo que quería... Tenía a la chica, y pronto haría sufrir al traidor de Harry.

No es como que nadie más supiera acerca de mi enamoramiento por Hayley, pero no creo que le hubiera importado aunque lo hubiese sabido.

-Hola Harry. - Sonreí falsamente.

-¿Qué hay?

Su respuesta llegó a mí en un tono frío e indiferente, que seguramente cambiaría al escuchar las buenas noticias.

-Todo tranquilo. Oye, ¿qué tal han ido las cosas con las chicas eh? He escuchado a algunas bastante decepcionadas de que ya no les has hecho caso.

-Bueno... -Sonrió. Maldito seas. - Es que he estado un poco más centrado en Hayley, ¿sabes? Creo que ella me gusta.

-¿Hayley? No puede ser, amigo. - Fingí sorpresa.

-¿Qué pasa? - Frunció el ceño.

-Pues... Ella aceptó ser mi novia. - Su rostro se desfiguró. - No sé qué ha ocurrido... Tal vez ella no sentía lo mismo por ti. - Fingí compasión. - Lo siento Harry, si quieres puedo terminar con ella... Primero están los amigos. - Puse mi mano sobre su hombro.

-No... - Miró hacia las gradas, en dirección a la hija más joven del entrenador, Emma. - Creo que puedo superarlo.

-Gracias por comprender, eres un gran amigo. - Le sonreí.

Se fue de ahí con el rostro completamente endurecido en una expresión enfadada... Ahora te toca a ti retorcerte de los celos, Styles.

[Harry]

¿Cómo pudo hacerme esto? Renuncié a mis planes de utilizarla a mi favor porque de verdad comencé a sentir algo por ella, y como si eso no fuera importante, ella me utilizó a mí para acercarse a Louis que es quien de verdad le gustó todo éste tiempo... Ella no es más que una traidora. Pero ya encontraré la manera de superarla, ¿no? Es decir, soy Harry Styles, el jugador de fútbol americano más codiciado por las chicas en esta universidad, y no me gané esa reputación por relacionarme con niñas ridículas como Hayley.

-¿Harry? ¡Tierra llamando a Styles! - Secudía el entrenador su mano frente a mi rostro.

-¡Entrenador! Lo lamento, estaba pensando.

-Concéntrate muchacho, este juego es crucial para un buen comienzo. Es necesario que nos vaya bien.

-Sí entrenador, lo lamento.

Logré ver al número 18 venir hacia la cancha... Hayley es el número 18. Traidora, mala amiga... ¡De verdad me gustaba! Pero ya no... Bueno, sí. Pero la olvidaré pronto.

-Acompaña a tu equipo, Styles. -Dijo el entrenador.

Me encaminé hacia donde se encontraban todos, ya todo estaba dicho. Necesitaba concentrarme, por el bien del equipo. A partir de ahora, las cosas serían como antes: Fútbol primero, sentimientos después. Lo siento Hayley, pero debiste haber pensado en las consecuencias antes de ilusionarme.

[...]

Una vez que estuvimos todos listos, revisé todos nuestros jugadores y a los de equipos especiales. Miré de reojo a Louis, que hablaba animadamente con Hayley. Maldito fuera.

Hayley miró en mi dirección y me atrapó mirándola. Inmediatamente giré mi cabeza y miré a Christian a mi lado izquierdo.

-Beadles, necesito que me ayudes con algo.

-Claro. - Sonrió.

-Debes prometer que no dirás nada a nadie. - Observé sus ojos con severidad.

-A nadie. - Aseguró.

-Quiero que hables con tu amigo del equipo contrario, el tal Chuck ó como quiera que se llame, para que se las arreglen para romperle algo a Louis. Una pierna, un brazo...

-¿Qué? Pero, ¿por qué? Es nuestro tight end, ¡es muy importante que esté aquí! ¿Te has vuelto loco?

-Estoy seguro. Te lo explicaré después; que le rompan algo y ya después que entre Ryan a sustituirlo. Es casi tan bueno como él; además, nuestras jugadas dependen un poco más de nuestro halfback.

-¿Rider? - Silvó- Ese tipo es ágil, ¿eh? - Sonreía abiertamente

-Claro. - Apreté la mandíbula.

-Bueno, iré a hablar con Chuck. No desesperes, estará encantado de pedirle a sus amigos que nos hagan ese favor.

-De acuerdo. Pero, Chris...

-¿Sí?

-Recuérdalo: Ni una palabra a nadie. -Dije lentamente, mirando en dirección a Hayley, que miraba el piso mientras Louis hablaba con ella.

-Ni una palabra. - Sonrió.

Todo estaba en orden, al menos eso parecía. Miré nuevamente en dirección a Louis y Hayley, y él le jalaba el brazo mientras ella forcejeaba.

-Déjalo, Tomlinson. - Ordené.

-No te metas Harry. Son asuntos entre él y yo. - Contestó Louis. Imbécil.

-¡Que lo sueltes! - Grité y entonces todos voltearon a mirarnos.

-Vete, Harry. Son problemas entre Louis y yo.

Su respuesta me dejó sin palabras, y aunque pareció algo forzada a decir lo que me contestó, no pude evitar sentirme incómodo y molesto.

Bien, si vas a jugar con fuego, preciosa, te advierto que te vas a quemar.

****
Espero que les guste, ya son 40 capítulos, ¡muchas gracias por todo!