Touchdown to your Heart. [H.S. Fanfic]

XXXIX. Un traidor.

Mi padre se fue con los tres pequeños monstruos que tiene por hijos, que no habían vuelto a tocar el tema de Anette. Me siento mal incluso por ella; cuando tenga hijos, no me gustaría que al morir me olvidaran tan fácil, esos niños son unos ingratos. El sepelio es mañana por lo que supongo que deberán fingir al menos un poco de tristeza.

Chaz me llevó y corrí dejándolo solo camino al gimnasio. La curiosidad de saber quién era el de los mensajes me estaba matando. Pero al verlo me desconcerté por completo...

-Hola, Alexis; ¿O debo llamarte Hayley? Estoy algo confundido... ¿Me aclararías esa duda?

Traidor. ¿Qué clase de amigo se creía que era?

-Eres un traidor. ¡Creí que contaba contigo!

-¿Yo soy un traidor? Cariño, eres tú la que ha estado fingiendo ser otra persona todo éste tiempo.

-¡Ese es mi trabajo! Sólo quiero hacer feliz a mi papá. - Cerré los puños con fuerza.

-¿A tu padre, dices? ¿Quieres hacer feliz al mismo que engañó a tu madre con otra y tuvo otros tres hijos a los que ha querido más de lo que te quiere a ti? Me decepcionas, creí que eras más inteligente. - Fruncí el ceño.

-¡¿Quién te lo dijo?!

-Te recuerdo que tengo conociendo a Chaz prácticamente de toda la vida. Y por ende, a ti también. - Comenzó a acercarse a mí.

-Eres un asco.

-¿Yo soy un asco? ¡Yo era el favorito del equipo! El consentido del entrenador, yo era el mejor jugador de todos, sobrepasaba por mucho a Chaz, incluso a Harry. Tu padre jamás se molestó en callar su adoración por mí; yo era el preferido. -Me miró con desagrado. - Pero entonces, llegaste tú y lo arruinaste todo... Te convertiste en el preferido de todos, en el halfback mejor posicionado de la historia en la universidad. ¿Qué podría ser peor que ser derrotado por una chica con disfraz de hombre? ¡Y no cualquier chica! La chica que me ha gustado desde que la vi por primera vez. ¡La misma chica que ha estado coqueteándole a Harry, mi mejor amigo, en mis propias narices! ¡La misma que está parada justo frente a mí! - Me gritó.

Estaba impactada y asustada a la vez, parecía capaz de dejar salir mi secreto en cualquier momento con tal de acabar conmigo y esa farsa que llevaba semanas llevando a cabo. ¿Qué debía decirle?

-¡Pues lo siento! Si crees que todo lo que he hecho ha sido intencional, estás en un grave error.

-No importa eso ya, Hayley. - Me miró fijamente. -Tengo un trato para ti. - Comenzó a acercarse y yo a retroceder.

-¿Qué quieres?

-Quiero que seas mi novia y a cambio de eso, yo no diré tu secreto.

Fruncí el ceño; entré ahí dispuesta a hacer todo para que no dijera nada... No quería que despidieran a mi padre, por muy nefasto que fuera. No quería decepcionar a mis amigos... Ni a Harry.

-A... A mí me gusta alguien más.

-¡Claro que te gusta alguien más, maldita sea! ¿Crees que no me doy cuenta de las miradas que se lanzan Styles y tú? ¿Crees que no me doy cuenta de lo mucho que te gusta que te llame preciosa, eh? ¡¿Crees que soy lo suficientemente idiota como para no darme cuenta de que tú le gustas a él?! Y eso no estaría mal si no fuera correspondido... ¡Pero lo es! La dulce nena se ha enamorado de Harry... Y él de ella... ¡Si no hago algo pronto, va a ganarme!

Hablaba como un loco, estirándose el cabello, mirándome aterradoramente con sus azules y malévolos ojos.

-Lo siento.

-No lo sientas, nena. Estás a punto de compensarlo todo... Simplemente, acepta ser mi novia. - Habló despacio.

-De ninguna manera. - Comencé a enfadarme.

-Recuerda que pueden despedir a tu padre... Eso devastaría a tu mamá, ¿no es así? Ella está desempleada, teniendo que cuidar tres hijos de la amante de su esposo, y finalmente, su pareja... Despedida, por culpa de una niña incapaz de hacer sacrificios por su familia. - Dijo. - ¡Y aún hay más! ¿Qué van a pensar tus amigas? Tu amiguita Alexandra, a la que le has confiado todo, menos tu secreto... Y no sólo ella, ¿qué sucederá con los del equipo, eh? ¿Qué van a decir cuando sepan que su jugador preferido no es más que una tonta niña disfrazada de hombre? Se van a sentir usurpados, engañados, utilizados, te van a odiar... Todos, sin excepción alguna.

Mi mente comenzó a trabajar en mi contra, haciéndome imaginar todo aquello... No soportaba ver a mi madre llorar, tampoco a mis compañeros juzgándome duramente por haber mentido... Ese maldito traidor... ¿Qué debo hacer?

-Está bien. Acepto tu maldito trato. - Escupí las palabras.

-Gracias, nena. - Sonrió para acercarse a mí. Traté de retroceder pero me abrazó. - Abrázame. - Ordenó.

Comencé a enfadarme aún más mientras alzaba mis brazos para abrazarlo... Todo sea por mi familia, mis compañeros... Y por Harry.

-De acuerdo, nena. Es hora del partido, y yo también soy jugador, así es que andando. - Dijo y me tomó la mano.

-Tengo que ir a cambiarme. - Dije.

-Está bien, mientras iré a presumirle a Styles, mi nueva y linda novia. - Sonrió y se fue.

Espantada corrí a los baños y comencé a llorar de impotencia, las ganas de golpearlo me invadieron, pero no era lo suficientemente fuerte para vencer a un jugador de fútbol americano con experiencia. Tomé mi teléfono y marqué el número de Harry.

-¿Hola? - Era... Su voz.

-¿Qué haces con el teléfono de Harry?

-Supuse que querrías decirle algo, y ahora que eres mi novia debo estar un poco más al pendiente de tus movimientos, así es que si quieres yo le paso el mensaje.

Colgué... ¡Maldito seas, Louis!

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