Capítulo 14

1.2K 104 148
                                    

26 de setiembre de 2021, Madrid, 13:41 a.m.

Miriam

El timbre del piso sonó con insistencia. Me levanté de la cama a trompicones. Crucé el pasillo aún adormilada. Abrí la puerta sin demasiado entusiasmo y me encontré a mi hermano allí plantado, con un par de cafés en una mano y una papelina de churros en la otra.

- Mickey, tremenda resaca eh.-dijo riendo nada más analizar mi aspecto.

- Bfff neno, ¿pero tú no venías para comer?-pregunté frotándome el ojo derecho con el puño.

- ¿Y tú qué hora te piensas que es?-preguntó mi hermano alzando una ceja divertido.

- Pues... pronto, ¿no?-pregunté frunciendo el ceño aún con los ojos achinados por el sueño.

De sus labios se escapó una sonora carcajada. No. Definitivamente muy pronto no debía ser. Tan fuerte fue la risa de mi hermano que pocos segundos después se escuchó unos fuertes pasos cruzar el pasillo a toda prisa.

- ¡PERO BUENO SI ES EL HERMANO MÁS GUAPO DE ESPAÑA!-gritó una voz tras de mí.

Una voz que era obvio de quien era. Creo que no hace falta que explicite su nombre porque todas y todos tenéis uno ya en vuestras mentes.

Para Noe, Efrén también era su hermano. Eran tantos años de amistad que prácticamente éramos familia.

- ¡PERO SI TENEMOS AQUÍ A LA JEFAZA! Ya te eché de menos por la aldea, eh.-dijo mi hermano entrando en el piso dirección Noe.

Ambos se fundieron en un cálido abrazo.

- Es que Pontedeume sin mí es como una tortilla de patatas sin cebolla, está bien, pero no es lo mismo.-dijo la rubia haciendo un ademán con el hombro.

- Totalmente de acuerdo, a ver cuando subís que Juan anda triste sin ti.-dijo Efrén con una gran sonrisa.

- Ay, mi Juan, yo sí que lo echo de menos, aquí la gente de los bares es estiradísima. Ni color con Juan y su amabilidad.-dijo Noe rememorando viejos tiempos.

- Qué par...-dije negando con la cabeza.- Parecéis dos abuelos recordando batallitas.-añadí con una sonrisa.

- Sí, sí, pero ¿Cuándo subes a Pontedeume?-preguntó Efrén interesado.

Subir a Pontedeume... Volver... ¿Estaba preparada para eso? Realmente hacía semanas que esa pregunta rondaba por mi cabeza.

- Pfff... No sé Efrén, estoy liada con el colegio.-me excusé cogiendo uno de los cafés que sostenía mi hermano.

- Y tan liada.-murmuró Noe con picardía.

Le lancé una mirada asesina en cuanto escuché aquel murmullo. Efrén miró a Noe frunciendo el ceño.

- ¿Qué dijiste?-preguntó como si no hubiera escuchado bien lo que mi amiga acababa de soltar por su bocaza.

- Nada, no dijo nada.-dije captando su atención.

Efrén hizo como si se lo creyera y no insistió, aunque claramente se quedó con la mosca tras la oreja.

--

- Entonces qué, ¿vendrás pronto a Pontedeume?-preguntó Efrén apoyado en la barandilla del balcón mientras daba un trago al botellín de cerveza.

- No sé, Ef...-dije suspirando y agachando la mirada.

- Vamos Miri, ¿Cuánto va ya? ¿cinco años? A la abuela le hará ilusión verte por allí.-insistió Efrén girándose para establecer contacto visual conmigo.

Que hablenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora